Miller Soto, el nuevo protegido de Uribe en la costa Caribe: “sueño con un país donde no exista la exclusión”

El exconcejal barranquillero aspira al Senado con la bendición del líder de su partido. Entre otras cosas, buscará aprobar leyes que beneficien a las personas en condición de discapacidad

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Miller Soto es el nuevo
Miller Soto es el nuevo protegido de Uribe en la Costa Caribe

Miller Soto se considera un hombre con suerte y tiene motivos para creerlo. Por ejemplo, ha tenido la oportunidad de estudiar en el exterior hasta conseguir un doctorado en Derecho y Economía de la Universidad de Verona. También fue concejal de Barranquilla, su ciudad natal, durante tres periodos; para su primera elección, tenía apenas 19 años. Es esposo de Rosana y padre de José William.

“A pesar de ser yo una persona en condición de discapacidad y de ser sobreviviente de la violencia, no puedo negar que he sido un privilegiado porque he tenido la oportunidad de estudiar, no me ha faltado trabajo, etcétera. Cuando uno va a la Colombia profunda, hay gente que no sabe por ejemplo que necesita una silla de ruedas. No la tienen y no saben ni siquiera cómo es vivir en una”.

Soto alcanzó todos esos hitos personales durante los 31 años que lleva como usuario de silla de ruedas. Cuando tenía 15 años y su padre, José Soto, era el alcalde del municipio de Barrancas (La Guajira), sufrió un intento de secuestro por parte de subversivos del Ejército Popular de Liberación (EPL), una guerrilla a la cual la fuerza pública le dio el nombre de Grupo Armado Organizado (GAO) Los Pelusos para extirparle su origen insurgente.

Como parte del operativo para liberarlo, Soto recibió un impacto de bala por parte de un agente del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). La bala impactó el hígado y la columna vertebral. Su vida es un milagro, pero ahora se moviliza en la silla.

La existencia en condición de discapacidad se hace cruda cuando, por cuenta de la falta de cultura ciudadana, encuentra un edificio sin ascensores o rampas o un parqueadero lleno.

Yo he trabajado en lugares donde, por ejemplo, es un problema subir a un segundo piso. Soy docente de varias universidades y he llegado a algunas que no tienen el acceso. Yo ando solo en el carro y, cuando voy a mi clase, subo y bajo mi silla. Si no encuentro dónde parquear es un problema.

Para que no les pase a otros

Miller Soto sueña con “un país en el que las personas en condición de discapacidad tengan acceso real al mundo del trabajo, el mundo del emprendimiento, el mundo de las oportunidades, el ámbito educativo; donde no exista ningún tipo de exclusión”.

Con la experiencia que ya tiene, buscará llegar al Senado para hacer que la vida sea un poco más amable para las personas en condición de discapacidad. Eso sí, como la mayoría de militantes del Centro Democrático, quiere hacerlo bajo la premisa de un Estado austero y las libertades económicas; “sin subsidios”, insiste, porque no se considera sujeto de caridad.

En primer lugar, buscará presentar un proyecto de ley para que, en términos simples, las personas en condición de discapacidad puedan ser localizadas y caracterizadas; aunque conoce la Resolución 113 de 2020, que buscaba eso mismo, él dice que ese sistema es muy complejo y buscará “dejar lo bueno y modificar lo malo”.

Asimismo, para mejorar la economía de estas personas sin subsidios, buscará exenciones tributarias para ellos y cuotas para el acceso al mundo laboral. Soto también dice que impulsará las adaptaciones que necesitan los niños que entran al sistema escolar y que, en ocasiones, los padres de familia tienen que costear —porque, si no lo hacen, el niño pierde su derecho a la educación—.

Otras propuestas incluyen hacer una reforma al sistema carcelario, para reducir sindicatos y garantizar la resocialización de los presos, y abrir asignaturas electivas para enseñar Lengua de Señas Colombiana a niños oyentes.

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