“La responsabilidad de los migrantes no es únicamente de Colombia”: Marta Lucía Ramírez

La vicepresidenta resaltó lque en el país se busca brindar la misma estabilidad a los venezolanos que a cualquier otro ciudadano

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Marta Lucía Ramírez hace referencia a la migración en Colombia EFE/Carlos Ortega
Marta Lucía Ramírez hace referencia a la migración en Colombia EFE/Carlos Ortega

La vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, estuvo en Consejo Permanente de la OEA, sobre migración venezolana en el hemisferio, hablando de todo el fenómeno de salida de ciudadanos venezolanos de su país, a causa de la crisis social que afronta dicha nación. Colombia se ha convertido en un punto central tanto para la permanencia de migrante, como lugar de paso para el tránsito de estos hacia otros países, dicha situación generó preocupación en la canciller que realizó importantes declaraciones.

En su alocución la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, hizo énfasis en el enfoque gubernamental que ha tomado Colombia frente a la llegada de los migrantes venezolanos, pues afirma que esta se convierte en un reto importante en donde el Estado pueda brindar estabilidad a ambas poblaciones, es decir tanto, la colombiana como aquella población que se mantiene en el exilio de su país por la condición social del mismo, es decir Venezuela.

La canciller afirmó que si bien, en Colombia se ha protagonizado una batalla incansable por brindar estabilidad a los migrantes, es deber de todos los países de la región brindar apoyo a esta tarea que se fundamenta desde la estabilidad y cooperación entre las naciones, y aunque Colombia se ha caracterizado por ser que ha recibido casi 2 millones de venezolanos, se invita a que entre todos se puede perfeccionar una medida única para trazar mejoras en cada uno de los países, Ramírez resaltó: “Son seres humanos que están llegando a tocar a la puerta de nuestras fronteras en unas condiciones precarias, en unas condiciones totalmente infrahumanas, muy dolorosas y ahí hay que aplicar el principio de humanidad.”.

Entretanto, la representante del gobierno destacó el papel del país, hizo un llamado de atención a la comunidad internacional: “No podemos caer en la irresponsabilidad de cerrar los ojos, mirar para el otro lado y pensar, qué me importa que pasen por Colombia si después eso es problema de Panamá o de Costa rica o de México o Estados Unidos, si importa, tenemos que ser corresponsales entre nosotros de apoyarnos. Por esa razón es tan importante que acá en la OEA se debata no solamente el manejo a la migración, no solamente se aplauda la generosidad e iniciativa de Colombia, sino, se trabaje en poner soluciones estructurales, reales, de fondo, para que la migración se frene en todas las américas.”.

Ramírez, también preponderó que el foco no tiene que estar solamente sobre los ciudadanos del vecino país, pues la crisis también ha llegado a Centroamérica en países como Nicaragua, Haití, entre otros, que, por las mismas políticas sociales, generan avalanchas de personas que buscan un mejor futuro, por lo tanto, la mirada de cooperación tiene que ser general y no sectorizada, pues las necesidades son amplias.

Cabe resaltar que la inflación en Colombia ha afectado distintos sectores económicos y a miles de personas, que, con la entrada del año 2022, han sufrido una fuerte inestabilidad financiera en sus hogares, en ese sentido la vicepresidenta instó a que si bien hay una riqueza natural y cultural en todo el continente, se debe equilibrar con la garantía de una economía solvente para evitar crisis sociales en los territorios, priorizando la retención de talentos que incluso desde Colombia buscan un futuro en países del Norte.

A su vez, en el marco electoral colombiano, la vicepresidenta invitó la comunidad internacional al fortalecimiento de los compromisos democráticos, pues afirma que la situación en Venezuela parte de la ausencia de una elección presidencial que garantice la legitimidad y los derechos de este territorio, además resaltó que si bien, el país ha hecho esfuerzos incansables por brindar una autonomía de la población migrante, el dinero que llega a Colombia de las donaciones para afrontar la crisis, no alcanza ni el 20 % de lo que realmente se necesita.

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