El otro negocio del Bruno Mars de Yo me llamo: así se ganaba la vida antes de aparecer en televisión

El participante había lleva varios años explotando el talento para la música que se ha ganado el aprecio de los colombianos en el programa televisivo; sin embargo, no es su única ocupación

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Junior Cuesta, imitador de Bruno
Junior Cuesta, imitador de Bruno Mars en Yo me llamo

Junior Cuesta se ha ganado el corazón del público del programa Yo me llamo por su personaje Bruno Mars con que, gracias a su baile, talento e imitación, logró ganarse por primera vez un premio interno de la competencia por 25 millones de pesos.

El talento del imitador de Bruno Mars ha sorprendido a los espectadores del reality del canal Caracol, pero en Bucaramanga ya era bien conocido por su carrera musical y en especial un negocio que emprendió con su esposa al inicio de la cuarentena por covid-19 del año 2020.

Cuesta llevaba una amistad de muchos años Tatiana Sarmiento y, según contaron al diario Vanguardia, sabían que hacían buen equipo, pero con el tiempo nació el amor entre ambos y construyeron una familia. Él nació en Medellín y ella en Bucaramanga, donde se establecieron.

El imitador de Bruno Mars era músico y coach vocal y Tatiana se dedicaba al cuidado de su hijo José Daniel, hasta que llegó la pandemia. Según explicaron al programa Trendiando, vivieron un momento de crisis que decidieron convertir en una oportunidad mezclando los talentos de ambos.

Ella sabía de repostería y él, como lo ha conocido ahora el país, tiene un amplio talento musical que podría ayudarles a crear un emprendimiento que llamaron Cuesta Sarmiento Postres y Canciones, que se propuso ofrecer una experiencia y conectar a personas en medio de la cuarentena y el aislamiento.

La idea consistió en que los clientes podían comprar y regalar una caja con postres que era entregada en la puerta. En el empaque iba impresa la letra de una canción o un mensaje que quisieran dedicar y un código QR que, al escanearlo, según elección del cliente, llevaba a un link de YouTube con un cover de la canción interpretado por Junior o una sala de Zoom en la que se podía conectar la familia para compartir una serenata virtual.

Para Cuesta, el emprendimiento era una forma de unir a las personas que en medio de la cuarentena habían estado lejos de sus familias. Ese fue el ingrediente que les permitió acumular varios clientes, según dijo, cuando arrancaron con el emprendimiento.

Pero además, el imitador de Bruno Mars sirvió de modelo para las publicaciones en redes sociales del emprendimiento, con bailes y pequeños apartes de canciones, para atraer más personas a adquirir sus servicios.

Cuesta ha explotado su talento en diferentes vertientes para ganar su sustento, por ejemplo con presentaciones para eventos especiales como matrimonios en los que retoma las canciones del norteamericano y de otros tantos del género.

Junior Cuesta, imitador de Bruno
Junior Cuesta, imitador de Bruno Mars en Yo me llamo

El artista ofrece un show para matrimonios y otros eventos, para amenizar con géneros como soul, pop o blues, con música para ceremonia o la recepción y ser DJ. Su presentación puede ser contratada en la ciudad de Bucaramanga, dice la página que ronda unos 80 minutos con 16 canciones y pueden contarse con el repertorio de artistas como Jason Derulo, Justin Bieber, Coldplay y, por supuesto, Bruno Mars.

En la emisión del pasado martes, en el programa Yo me llamo, los imitadores de Bruno Mars, J Balvin, Leonardo Favio y Carlos Gardel, se enfrentaron en un duelo directo por ganar el jugoso premio de 25 millones de pesos.

Tras las primeras presentaciones, el jurado conformado por César Escola, Amparo Grisales y Yeison Jiménez, tomó la decisión de sacar del juego a los émulos del reguetonero antioqueño y del fallecido músico argentino.

De ese modo, la millonada se la tuvieron que disputar entre Bruno Mars y Carlos Gardel, quienes prepararon para su show las canciones ‘Treasure’ y ‘Volver’, respectivamente. Sin embargo, fue el doble del artista hawaiano a quien se escogió como ganador del duelo y merecedor del premio, aun cuando no hubo unanimidad en la elección, según admitió Grisales.

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