“Por qué no puedo yo levantar mi voz por mi país”: Alicia Franco, la santandereana de 86 años que busca una curul en el Congreso

La candidata al Senado no tiene estudios superiores. El mayor logro de su vida es haber criado a sus cuatro hijos, pero cree que le llegó la hora de hacer más por Colombia

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Alicia Franco es santandereana, bachiller y uribista "hasta la muerte".
Alicia Franco es santandereana, bachiller y uribista "hasta la muerte".

El dogma del catolicismo suele decir que solo a Dios se adora y la comunión de los Santos es digna de veneración. Alicia Franco es católica, pero todos tenemos traspiés al hablar cuando algo nos emociona. En el caso de ella, ese algo es el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez.

Cuando se le pregunta por qué eligió el uribismo como corriente política, sus palabras son de agradecimiento y —también— de adoración.

“Es un hombre muy importante. Reconozco lo que él ha hecho por el país. Lo adoro porque hizo mucho por Colombia y está haciendo mucho y debemos ser agradecidos. Solamente cuando uno es muy desagradecido no reconoce el bien de las personas. Este hombre ha dado la vida, ha dado todo por Colombia. Entonces, no hay cómo no agradecer eso”.

Alicia Franco nació hace 86 años en el municipio de Guadalupe, un municipio de Santander que hoy en día no supera los cinco mil habitantes. Jamás ha ocupado un puesto público. “En mi época, nuestros padres nos enseñaban a ser mujeres de hogar, a ser esposas, a criar hijos y a responder por la casa. Hasta mucho después vino la libertad para que la mujer pudiera ocupar puestos públicos”, le aseguró a Infobae Colombia.

Franco sabe que competirá con políticos de apellidos con casta, que han ocupado sus curules varias veces y, además, cuentan con educación superior de las más prestigiosas universidades de Colombia y el mundo. El logro más importante de Alicia Franco, bachiller, quien dice que siempre tuvo apenas lo necesario para vivir con dignidad, es haber criado a sus cuatro hijos de la mejor forma que pudo.

“Yo tengo muchas experiencias más poderosas casi que el mucho estudio (sic). Por ejemplo, ser muy responsable, dar muy buen ejemplo, formar nuestros hijos como deben estar formados, respetando, porque hasta en el cielo hay jerarquías”, dice Alicia.

El problema del país

El Dane reveló hace unos días los números difíciles de la situación laboral de Colombia. En el primer semestre de 2021, un 23,3 % de jóvenes estuvo desempleado. Mientras tanto, casi la mitad de los trabajadores colombianos trabajó en situación de informalidad.

En un país en el que parece haber suficientes motivos para estar descontento y exigir más garantías, Alicia Franco asegura que la amenaza más grande para el orden de Colombia es el izquierdismo y el desenfoque de la juventud.

Según Alicia, los colombianos —los jóvenes, especialmente— están desconociendo las jerarquías del país. También fueron irrespetuosos con el presidente Iván Duque, a quien, según ella, “le tocó muy duro, porque le tocó la pandemia y los cacerolazos” y “si no pudo hacer más es porque no pudo, la gente no lo respaldó y ni los expresidentes le dieron una ayudita”.

Los desórdenes de los dos paros nacionales fueron su motivación principal para postularse al Senado.

Yo vi ese desorden de los izquierdistas. ¡Cuánto irrespeto! ¡Cuánta deshonra a las autoridades! Y no hubo quién saliera a poner la cara, a reconocer. Porque lo que ellos hicieron fue dañar el país completamente: cerraron negocios, cerraron empresas, hicieron los desórdenes más terribles.

Según el Banco de Alimentos de Colombia, 21 millones de colombianos no cuentan con los 423 mil pesos al mes que, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, se requieren para alimentar a una persona en Colombia durante un mes. A Alicia, no obstante, le da miedo el vecindario. Ella considera que en el país se garantiza la libertad de comprar todo lo que uno quiera con el fruto de su trabajo, una palabra que tiene más de un significado.

¿Por qué no puedo yo levantar mi voz por mi país, para hacer reconocer a mucha gente la necesidad que que tenemos de que el izquierdismo no vaya a entrar a este país? ¡Que no nos vaya a pasar como a Venezuela, que que esa pobre gente le ha tocado que salir a mendigar un pan, a mendigar una posada por ahí, debajo de un techo, pasando esas necesidades tan terribles! ¡Yo no quiero eso, sumercé!

Aunque todavía no sabe qué tantos votantes alcanzará en los comicios del próximo 13 de marzo, sus redes sociales indican que muchas personas piensan como ella. Su cuenta de Twitter, manejada por ella misma, hoy cuenta con más de 21 mil seguidores. En ella comparte sus pensamientos y envía mensajes a políticos e influenciadores de banda propia y contraria.

Teólogos para los niños

Desde la llegada de la Constitución Política de Colombia, en 1991, el país dejó de ser confesional católico. Los ciudadanos quedaron con la libertad de hablar en la lengua que quisieran y profesar el culto que quisieran.

Alicia considera que esta libertad pudo haber causado un tipo de daño en la mente de los jóvenes, que llevan 30 años criándose en un Estado laico. Según ella, eso también empeoró la criminalidad.

Si en la niñez no se formaron los niños, los jóvenes, entonces ya muy difícil. Ya tocará que los sacerdotes, los pastores, las monjas ayuden, o como en los tiempos de de reclusión.

Entonces, la propuesta de Alicia Franco para construir un país ideal es formar a más psicólogos y teólogos —profesionales en el conjunto de conocimientos asociados a Dios— para que sirvan en las prisiones.

Para esa gente que está presa toca psicólogos y teólogos, para ayudarles a arreglar. Los padres no lo hicieron —porque es deber de los papás— pero me gusta porque es que donde hay paz hay alegría. En un hogar, si todos están de acuerdo en lo que se plantea, en lo que se hace, hay hogar, hay paz en la casa, hay un lugar bonito; pero con uno nomás que forme el problemita hay amargura para todo el día, amargura para todo. Entonces, yo no quisiera eso, porque para sufrir sobra tiempo.

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