“El Atlántico es más costoso que cualquier departamento”: senador del Partido Conservador vinculado con la compra de votos

Miguel Ángel del Río, abogado de Aída Merlano, reveló un audio dónde se escucha al congresista Laureano Acuña hablar sobre la compra de votos en el Caribe

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El concejal de la ciudad
El concejal de la ciudad de Barranquilla en el 2000, hoy es actor determinante en las elecciones y la compra de votos Foto: senado.gov.co

La masiva compra de votos en la costa Caribe sigue generando revelaciones, este miércoles se conoció un nuevo audio en el que el protagonista es el actual congresista del Partido Conservador, Laureano Acuña, conocido como ‘El Gato Volador’.

El concejal de la ciudad de Barranquilla en el 2000, hoy es actor determinante en las elecciones y la compra de votos. Las pruebas son contundentes y dan cuenta de las millonarias cifras invertidas, en el audio Acuña señala que como mínimo tienen que “comprar 70 mil votos”.

“Quiero hacer la campaña con tranquilidad mi hermano. Yo lo que quiero que entiendas viejo Massa es que el Atlántico es más costoso que cualquier departamento. Ya es el momento también tengo mis compromisos por fuera que no puedo dejar tirados. Bien sea que vaya con quien vaya, contigo en el Atlático tengo la tranquilidad que nos van a derrotar. Yo por fuera voy a hablar con unos alcaldes directamente y ponemos unos voticos al Negro Martínez (inaudible) o al que sea”, se logra presuntamente escuchar a Laureano.

La primera vez que Aida Merlano acudió ante la Corte Suprema, le preguntaron por Acuña y ella guardó silencio. Días después en su defensa presentó amplia denuncia y lo involucró en un documento en el que se detalla lo ocurrido con Merlano, la campaña y demás.

Miguel Ángel del Río publicó
Miguel Ángel del Río publicó en sus redes Foto: Twitter: @migueldelrioabg

En otra parte del audio se evidencia dentro de la conversación: “Yo al final le puedo decir al alcalde, votar por mi hermano y vota por una cámara aquí para que te ganes un billetico, y con esa platica lo pones a votar y yo me desenredo este. Sigamos los dos”.

“Eso está claro, son mínimo 70 mil votos, y yo no quiero hacer una campaña loca, vamos a coger, vamos a zonificar 150 mil o 200 pero después decir no apenas van 140 mil. Si nosotros vamos a hacer una campaña, donde vamos a coger municipio por municipio, vamos a decir Lurucaco vamos a poner 800 votos. Que vamos a poner que fulano y que fulana vamos a sentarlo ven acá ¿ustedes nos puedes recoger 800 votos? Si nosotros podemos recoger 800 votos. Les vamos a pagar para eso y de ahí jueputa no nos podemos bajar”, relató Laureano en el audio revelado.

Uno de los testigos más importantes ante la Corte Suprema de Justicia, Rafael Antonio Rocha, formó parte del esquema corrupto, ayudaba con las “vueltas”. De igual manera, confirmó haber visto a Julio Gerlein llevar dinero a la sede de Casa Blanca.

Rocha también confesó que le ofrecieron más de 100 millones de pesos “por el trabajo y el tiempo dedicado durante siete meses a todo el entramado” de compra de votos. Incluso Aida le habría dicho que le iba a dar a Rocha más de 100 millones y que él tuvo que sacar de su bolsillo 48 millones en día de elecciones porque supuestamente Julio Gerlein “se había quedado sin dinero”.

Inicios de ‘El Gato Volador’

‘El Gato Volador’ inició su actividad en el barrio ‘La cuchilla de Villare’, ubicado en el occidente de Barranquilla, con tanta efectividad e ingenio que subió los índices de efectividad de la compra de votos.

Su primer trabajo fue de mochilero, como lo explicó en un informe el periodista Daniel Coronell. Es una la unidad básica de la industria de la compra de votos en Barranquilla, es quien da la plata y trata de conseguir un recibo de quien vendió su voto.

Pasó del 70% de votos comprados, hasta el 85% y 90%. Lo mejor es que se quedó con la industria de compra de votos del ‘Clan Gerlein’.

Sus aliados son el ‘Clan Gerlein’ y por supuesto el ‘Clan Char’. Los elementos de trabajo que usa Laureano son: tejas de Eternit, bultos de cemento, así como bloques, el tamal y los $50.000 para un voto.

Su apodo se le atribuye porque a los cuatro días de haber sido elegido por primera vez como concejal, se le ‘voló’ al grupo que lo apoyó.

Hoy, la Corte Suprema está investigando a Laureano, actor presuntamente determinante para la industria de la compra de votos en la Costa Atlántica.

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