Condenan a Jorge 40 por el asesinato de dos civiles en Bogotá

Rodrigo Tovar Pupo deberá pagar 40 años de cárcel y una multa de 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes

EFE 162

Después de más de 20 años, la justicia tomó una decisión acerca del asesinato del comerciante Rubén Darío Quintero Fuentes y su escolta Rafael Eusebio Ovalle Daza, ocurrido en 1999 a manos del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40. Este 16 de febrero un juez de Bogotá condenó al criminal a 40 años de cárcel por el doble crimen. Además, tendrá que pagar una multa de 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es decir, de más de 5.900 millones de pesos.

“El Juzgado Cuarto Penal del Circuito Especializado de Bogotá, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, resuelve condenar a Rodrigo Tovar Pupo a las penas principales de cuatrocientos ochenta (480) meses de prisión y multa de seis mil quinientos (6.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes, por comprobarse que es responsable penalmente, a título de autor mediato por dominio de la voluntad en aparatos organizados de poder, de las conductas punibles de homicidio agravado en concurso heterogéneo con concierto para delinquir agravado”, se lee en el fallo del juzgado.

El crimen por el que Jorge 40 fue condenado hoy ocurrió el 14 de octubre de 1999 en Bogotá. Las víctimas, Quintero Fuentes y Ovalle Daza, eran oriundas de Valledupar (Cesar), ciudad desde donde viajaron para cumplir una cita en la sede nacional de la Fiscalía General de la Nación.

La diligencia tenía el fin de aportar elementos materiales probatorios en la investigación del secuestro y posterior homicidio de Sixto Tulio Quintero, padre del comerciante que también fue ultimado. Se resalta que los responsables de la violación de los derechos de la primera víctima serían integrantes del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que estaba al mando de Jorge 40.

Cabe destacar que este es solo uno de los casos por los que deberá responder Jorge 40 en el país, quien después de estar preso en Estados Unidos durante doce años pagando una pena por narcotráfico, volvió en septiembre de 2020 a Colombia, donde le esperaban 35 órdenes de captura vigentes, 40 medidas de aseguramiento y 1.486 investigaciones penales por masacres, desplazamientos, torturas y desapariciones.

Según la Fiscalía, el exparamilitar tendría que responder por delitos como desaparición forzada, concierto para delinquir, homicidio en persona protegida, entrenamiento para actividades sicariales, secuestro extorsivo, homicidio con fines terroristas, hurto calificado, tráfico de estupefacientes, desplazamiento forzado, reclutamiento de menores y tortura en persona protegida, entre otros.

Adicionalmente, este mismo año a Tovar se le empezó a investigar porque fuentes oficiales indicaron que el hombre habría llegado de Estados Unidos con una fortuna mucho mayor a la que tenía antes de ser extraditado. La investigación revisará los presuntos intereses de Jorge 40 en varios negocios repartidos en todo el país.

Al parecer el exjefe paramilitar tiene relación con inversiones en la Bolsa de valores de Colombia, tres centros vacacionales, diversas farmacias en Sincelejo y la ciudad de Barranquilla, minas de oro en Colombia y Venezuela, casinos, empresas de transporte en Antioquia y Santander, empresas comerciales en Cali, casas de cambio, restaurantes típicos, una fábrica de zapatos deportivos en Antioquia, un concesionario de autos en Medellín y varias bombas de gasolina. Además, en el exterior tendría dos joyerías ubicadas en la Isla Margarita de Venezuela y empresas en Costa Rica y Panamá.

Cabe mencionar que el excabecilla paramilitar del Bloque Norte de las Autodefensas no solo ha estado en el centro de la atención por sus sanguinarios y atroces crímenes cometidos en los departamentos del Cesar, La Guajira, Magdalena, Atlántico y parte de Santander; sino por millonarios contratos y polémicos puestos que han recibido sus familiares cercanos.

Uno de estos casos fue el nombramiento de su hijo Jorge Rodrigo Tovar Vélez en el Ministerio del Interior como asesor coordinador de la Unidad de Víctimas, un hecho polémico, pero aún más sabiendo que esta institución luego de eso celebró un contrato con la esposa y suegra de Jorge 40.

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