Tras denuncias de posible fraude, Registraduría anunció que se mantendrá firma y huella en los formularios electorales

La Registraduría había suspendido el registro de huella en formularios electorales por la pandemia de covid-19 durante las elecciones atípicas del 2020

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Elecciones locales 2015 (Colprensa - Juan Páez).
Elecciones locales 2015 (Colprensa - Juan Páez).

La logística de las próximas elecciones se encuentra bajo escrutinio de los candidatos que aspiran llegar al Congreso de la República así como a la Presidencia, en los comicios de este año para disminuir los riesgos de fraude. Por esa razón causó alerta una solicitud para que los formularios electorales en que se registran los votantes el día de la elección no incluyera espacios para firma y huella.

En el mes de enero, el registrador nacional Alexander Vega elevó una solicitud al Consejo Nacional Electoral a través del delegado para asuntos electorales, con el fin de que los formularios E-11 fueran modificados para no incluir las casillas de firma y huella, debido a que podrían incidir en el contagio de covid-19.

A raíz de esa solicitud, el abogado Alirio Uribe, quien también es candidato al Congreso, radicó una tutela (que fue admitida por un juzgado) para que se impidiera eliminar las casillas para la confirmación de identidad de los electores, como lo había solicitado la Registraduría.

El formulario E-11 es donde se lleva el Registro General de Votantes. Cuando un ciudadano se acerca a la mesa, primero es identificado en la lista de sufragantes, y luego se registran manualmente sus datos en ese formulario con cédula de ciudadanía, apellidos, nombres y sexo. Luego, se le pide firmar e imprimir la huella dactilar de su índice derecho o, en su defecto de otro dedo.

De acuerdo con Uribe, el registrador delegado había argumentado que en los procesos electorales de 2020 se eliminaron esas casillas como parte de las medidas de bioseguridad, para evitar el contagio de covid-19 “como un hecho de fuerza mayor, exterior, irresistible e imprevisible”.

Las condiciones de la pandemia ya no son las mismas, así como las medidas de bioseguridad que se han adoptado para prevenir el contagio también han cambiado, como la desinfección de superficies. Por esa razón, para el denunciante, en lugar de prevenir, eliminar la casilla “afecta las garantías del ejercicio legítimo de las personas colombianas al derecho a elegir y ser elegidas”.

Aunque no se ha dado respuesta a la tutela interpuesta, la denuncia sí generó una rápida reacción por parte de la Registraduría que notificó que las casillas sí serán incluidas y al igual que los procesos electorales de la última década, habrá identificación biométrica de los votantes en las al menos tres jornadas de votación que se convocarán este año.

El magistrado del CNE Luis Guillermo Pérez informó que el mismo registrador nacional le comunicó que ya tenían autorización del Ministerio de Salud para implementar huellero en el proceso electoral, para brindar garantías y evitar la suplantación de los electores.

Incluso la resolución 1706 de 2019 que citó el magistrado ordena notificar a las autoridades competentes en caso de que los jurados electorales omitan registrar la huella de los votantes en el formulario E-11 y podría acarrear sanciones.

El abogado Uribe también confirmó la decisión, pero descartar los cuestionamientos a la autoridad electoral. “Todo indica que el registrador, a raíz de la presentación de la tutela y preocupado por todos los escándalos que hay frente a la falta de garantías y trasparencia electoral, ha decidido consultar con el ministerio de salud para que se autorice que se ponga el huellero y se firme, de tal manera que en el formulario E-11todos los electores pongan la huella para garantizar que no voten los muertos y haya más transparencia electoral. Hasta no ver no creer e insistimos que no confiamos en la trasparencia de la Registraduría”, sostuvo.

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