Las tensiones entre Ucrania y Rusia van en aumento, tanto que Estados Unidos y Europa se encuentran en alerta ante una posible invasión, lo que desataría un conflicto sin precedentes en la región y el mundo.
Esto llevó a que el Gobierno colombiano iniciara los protocolos para proteger y ayudar a los nacionales que viven o se encuentran en Ucrania. Pero este no es el caso de Gilmar Bolívar, un joven de 20 años nacido en Barranquilla que lleva dos semanas viviendo en ese país para hacer parte del Karpaty Halych de la segunda división de ese país.
En entrevista con la FM, el criado en el barrio El Rebolo reflexionó sobre su camino y como el fútbol lo alejó de los malos pasos y a pesar de no estar en una liga importante, está feliz de poder jugar en Europa.
Mi barrio es muy tradicional en Barranquilla. Todavía recuerdo cuando jugaba fútbol con los ‘pelaos’ de la cuadra. Era como un santo ritual cada fin de semana, pues entre semana no podía porque debía ir al colegio, y luego cumplir con mis tareas. Sin embargo, a veces me le escapaba a mi mamá porque la sensación de tocar un balón no se cambia ni por todo el oro del mundo, relató.
En 2021 viajó por primera vez a Ucrania, pues a pesar de haber hecho parte de las ligas menores de Atlético Nacional, nunca llegó a debutar y gracias a su representante pudo encontrar una oportunidad en el fútbol ucraniano.
Bolívar aseguró a la emisora que extraña su país, pero que todo lo hace por su sueño de ser jugador de fútbol profesional.
“Uno extraña muchas cosas. La comida, el cuarto, la mamá, la familia, los amigos; pero son los sueños los que te llevan a hacer grandes sacrificios para obtener grandes recompensas”. Recompensas que empiezan a llegar poco a poco, según contó.
El pasado 2 de febrero estuvo a punto de no viajar a Ucrania de nuevo, luego de unas pequeñas vacaciones en Barranquilla, pues en el aeropuerto un funcionario del área de migración le explicó la situación, lo que lo puso a dudar si viajar o no.
Por un momento, pensé en volver a Barranquilla. Pero por mi mente retumbaba la frase “es ahora o nunca” y decidí agradecerle al funcionario por su explicación, pero definitivamente irme a jugar el partido de mi vida.
El futbolista puso su futuro y el de la región en manos de Dios y aseguró que esa invasión nunca sucederá, así se lo hizo saber a RCN Radio.
Se vive mucha incertidumbre. Siempre estoy atento a lo que está pasando en el país, pero estoy confiando en Dios en que no se dará tal invasión, y de que podremos estar tranquilos. No hay muchas recomendaciones, solo salir cuando sea necesario, pero no tenemos restricciones como tal.
El colombiano es volante mixto en el Karpaty Halych de la segunda división de Ucrania, lleva 14 partidos en esa liga y aseguró que los ucranianos juegan mucho al choque, mientras que él prefiere mover el balón.
Sobre su regreso a su país natal, dijo a Blu Radio que hasta que no vea una bomba no piensa abandonar su sueño con la pelota.
“Trato de estar tranquilo para que no me afecte a nivel deportivo (...) No, yo no voy a regresar. Hasta que no vea la primera bomba no me regreso”, concluyó Bolívar.
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