El conflicto interno colombiano, que se ha recrudecido en el último año, dejó alrededor de 73.900 personas desplazadas en 2021, lo que significa un aumento del 181% en comparación con 2020. Estas cifras fueron reveladas este 14 de febrero por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que señala que la situación más crítica se vivió en la región pacífica.
“Entre enero y diciembre de 2021, en el Pacífico colombiano se presentó una crisis de protección asociada a la presencia de más de cinco actores armados no estatales que disputan el control territorial y social en muchos de los municipios que reportaron mayor número de afectados por acciones de violencia armada”, indica la OCHA.
Se detalla que en la región, Chocó, Cauca y Nariño son los más afectados. Estos departamentos concentran más del 75 % de las emergencias por desplazamiento masivo y confinamiento.
La investigación de la OCHA da cuenta de que las principales causas del desplazamiento forzado en Colombia son las acciones de los grupos armados ilegales en contra de la población civil. Entre los crímenes que detonan esta crisis, el 32 % son amenazas directas por medio de llamadas telefónicas, panfletos, mensajes, entre otros. Además, otro 32 % se debe a enfrentamientos y hostigamientos.
Otro punto que preocupa es la revictimización a la que están expuestas los civiles. La OCHA reporta que varias familias desplazadas en 2021 ya habían estado en esa situación en años anteriores.
“En varios de los desplazamientos reportados en 2021, se identificaron personas que ya habían sido previamente desplazadas forzosamente por las mismas causas (presencia y acciones directas de los grupos armados no estatales en los territorios de las comunidades, especialmente dentro de Resguardos Indígenas y Consejos Comunitarios”, indica la OCHA.
Otro dato preocupante es que en el informe se indica que de los desplazados del año pasado, solamente 11.700 personas han podido regresar a sus territorios originales. Esto significa que más de 61.600 personas se mantienen desplazadas en comunidades de acogida, que en su mayoría no cuentan con los recursos necesarios para suplir las necesidades intersectoriales de los desplazados. Las principales necesidades de la población desplazada se basan en carencias de protección y acceso a alojamientos temporales, a alimentos, a servicios de salud, educación y acceso a agua segura.
Por otra parte, la OCHA revela que 65.600 personas tuvieron que confinarse en el país por la presencia y el accionar de los distintos grupos armados. Adicionalmente, más de 85.700 personas han sufrido fuertes restricciones a la movilidad a través de la imposición de toques de queda y códigos de conducta por parte de los subversivos. Esto deriva en problemas para el acceso a bienes y servicios.
Indica que en estos casos de confinamiento las comunidades indígenas son las más afectadas. Al menos 44.300 personas pertenecientes a grupos étnicos tuvieron que encerrarse en sus territorios, lo que representa el 67,5 % de los afectados en esta modalidad. A ellos le siguen las comunidades afrodescendientes con 11.600 confinados (18 %).
Para finalizar, la OCHA destaca la respuesta complementaria de los socios humanitarios. Se indica que se ha apoyado al 44 % de las víctimas de desplazamiento y al 58 % de los afectados por los confinamientos. La oficina de la ONU destaca “la labor de los socios humanitarios para coordinar atención complementaria y poder llegar a comunidades afectadas incluso las que se encuentran con movilidad restringida”.
Estas son las estadísticas reveladas por la OCHA:
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