Así están convirtiendo la madera náufraga en artesanías en Atlántico

Las playas de Santa Verónica en Atlántico fueron limpiadas de troncos que arrastra la marea, material que ahora será aprovechado por artesanos de la región, expertos en el tallado de maderas naufragas.

“Con ellos (los artesanos) estamos recolectando la madera que es arrastrada como un desecho del mar y que les servirá de materia prima, para luego ser transformada en obras de arte en manos de nuestros artesanos expertos en trabajar esta madera. Así, fortalecemos este bello oficio tradicional y aportamos a una experiencia de economía sostenible”, indicó la mandataria departamental, Elsa Noguera.

Esta práctica es una de las más tradicionales del departamento y consiste en la recolección de la madera que el mar deposita en las playas, para luego transformarla en elementos decorativos, muebles y artículos funcionales.

Según señaló Ángel Paternina, artesano de Santa Verónica que durante más de 30 años ha perfeccionado esta técnica, el proceso de recolección empieza por la identificación de la madera que puede usarse para su transformación, luego de ello empieza el tallado:

“Para escoger la madera adecuada verificamos los troncos grandes, que no tenga huecos, no esté astillada, que sea madera maciza y apta para un buen proceso de secado. Después limpiamos esa madera y, de acuerdo a la forma natural, la misma pieza a uno le dice en qué se debe transformar. Las artesanías en madera náufraga son cada vez más solicitadas en el mercado por su belleza y porque son únicas”, indicó el artesano.

La gobernación también indicó que durante las jornadas de limpieza los artesanos son agentes vitales al ser quienes explican a la empresa Triple A, encargados de la limpieza de las playas, cómo identificar la madera apta para trabajar artesanalmente.

Esto, de acuerdo con la administración departamental, facilita el proceso de la separación del material útil para la actividad del tallado, lo que en definitiva tienen que someterse a otro proceso para el tratamiento adecuado de desechos.

La secretaria de Cultura y Patrimonio, Diana Acosta, resaltó de la iniciativa la intervención integral, ya que en la zona costera se vive un proceso de reactivación del turismo, del deporte, del componente ambiental y de la cultura, que en esta oportunidad se refleja a través de los artesanos.

Otro de los municipios de vocación artesana de Atlántico es Ponedera, allí, recientemente la gobernación, en alianza con el Ministerio de Cultura y la Alcaldía Municipal, presentaron La Ruta del Alfarero con el propósito de impulsar el arte del barro entre los hacedores ponederenses.

“A través de la Ruta del Alfarero, buscamos formalizar cerca de 10 unidades productivas. Ellos cuentan con acompañamiento técnico, comercial y mejores herramientas para que sus artesanías en barro sigan vendiéndose a nivel mundial”, explicó Noguera.

En Ponedera, cerca de 50 alfareros madrugan a diario para recolectar el barro en la orilla del Magdalena con el que elaboran productos a través de hornos instalados en sus talleres. Una actividad que han heredado de generación en generación.

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