13 de noviembre de 1985, ese fue el día en el que un desastre natural se llevó a todo un pueblo en el departamento del Tolima. La tragedia de Armero, provocada por la erupción del volcán del Nevado del Ruiz es uno de los episodios más trágicos e inolvidables para los colombianos, y los registros fotográficos de este siguen causando impacto a nivel mundial.
Durante la tragedia de Armero la historia de Omayra Sánchez, una niña de 13 años y que falleció tras tres días atrapada en el lodo y los escombros de su propia casa, se hizo protagonista, conmoviendo al mundo. Fue el fotógrafo francés, Frank Fournier, el que captó con su lente a la menor y estuvo con ella hasta que murió.
Ahora, en febrero del 2022, casi 32 años después de la tragedia, la imagen de Omayra Sánchez se roba las miradas en el festival Xposure, el cual se está llevando a cabo en Emiratos Árabes Unidos.
El pasado 9 de febrero, en la ciudad de Sharjah en Emiratos Árabes Unidos, se llevó a cabo la sexta edición del festival de fotografía ‘Xposure International 2022′, en donde el francés Frank Fournier es uno de los 58 expositores de su trabajo.
El fotógrafo Fournier ha retratado tragedias desde 1976, cuando dejó la medicina, y aunque ha visto momentos terribles alrededor del mundo, fue la tragedia de Armero y la historia de Omayra lo que marcó un antes y después de su carrera. De hecho, gracias a esa fotografía se llevó el World Press Photo en 1986, un año después de la tragedia.
En medio del evento, el fotógrafo habló sobre la tragedia y sobre Omayra con la agencia EFE, recordando el doloroso episodio. “Todo el mérito fue de ella”, recalcó Fournier al recordar a la menor y ver su fotografía luego de más de 30 años.
“Tú sujetas la cámara, pero el mérito es de ella. Las mejores fotografías las toman los sujetos, no tú”, insistió el francés. Al recordar a la menor destacó su valentía y generosidad, incluso en la situación en la que se encontraba, “era una persona maravillosa, incluso en su situación se preocupaba por las personas que trabajan por rescatarla y les decía que se fueran a casa a descansar, que ella seguiría allí al día siguiente”, dijo a la agencia internacional de noticias.
Sobre la tragedia
Cabe recordar que Armero era la tercera población más grande del Tolima y estaba ubicado a 48 km del Nevado del Ruiz y a 169 km de Bogotá; era una tierra altamente fértil debido a su cercanía con el volcán. Antes de la erupción era un importante centro agrícola que producía cerca de la quinta parte del arroz en el territorio nacional.
Todas las virtudes de esa tierra prometedora quedaron sepultadas bajo toneladas de magma, según algunos sobrevivientes y también expertos, por la falta de diligencia del gobierno de ese entonces. Y es que a finales de 1984 expertos empezaron a notar una actividad sísmica anormal en esa zona del país. Las posibilidades de una erupción del Nevado del Ruiz eran cada vez más altas.
Al parecer, desde septiembre de 1985 las autoridades planearon la evacuación de varios municipios frente al riesgo que corrían por la actividad volcánica. Sin embargo, la noticia no fue ampliamente divulgada por lo que muchos ni siquiera se enteraron de la existencia de dicho plan. Incluso, años más tarde, expertos encontraron numerosas fallas en esa estrategia.
En horas de la noche del 13 de noviembre se suspendió la electricidad en el pueblo y para las 9:00 p. m. el lahar ya venía montaña abajo. Dos horas después la avalancha llegó a la población, bajó por el río Lagunilla a unos 40 kilómetros por hora, arrasando todo a su paso.
*Con información de EFE
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