La esposa del hombre que conducía el vehículo con el que se perpetró el atentado en contra del batallón de infantería Nº. 21, Pantano de Vargas, sostiene que el también fallecido no tenía vínculos con grupos armados ilegales y pidió que no lo señalarán de terrorista porque era una víctima más.
En el periódico regional La Libertad entrevistaron a la mujer, quien aseguró que su compañero sentimental, identificado como Juan Carlos Moreno, se lo llevaron como ‘gancho ciego’ y que fue engañado para que transportara el artefacto que detonó en la entrada de la instalación militar y en la que perdió también la vida el soldado Yober Rojas.
‘’Lo contrataron y él se fue engañado, de gancho ciego, digámoslo así y pues luego ocurrió esa tragedia”, afirmó en ese medio de comunicación.
Ese día, según lo que narró, su esposo llegó a la vivienda en la que residían con material de construcción para rellenar el patio. Recordó que entre ella y su hijo de 13 años ayudaron a descargarlo, cuando el hombre recibió una llamada, como era costumbre, y se fue porque lo requerían para un trabajo más de acarreo, para completar su sustento.
En el periódico El Tiempo también hablaron con la mujer, quien les contó que el vehículo con el que trabajaba su esposo lo había comprado tras concluir sus servicios en un trabajo formal.
“En agosto pasado despidieron personal y tomamos la decisión de comprar el motocarguero -con la liquidación y las cesantías- y trabajar como independiente”, contó en el diario bogotano.
Posteriormente se enteró de que había ocurrido el atentado en contra del batallón y que su esposo falleció en el hecho, noticia que destrozó a la mujer y a su hijo. La compañera sentimental del conductor indicó que él era persona honesta y responsable, que desde que terminó el bachillerato había velado por ella y su hijo, según recogieron en La Libertad.
Incluso tenían planes para su futuro inmediato, como el de cosechar un cultivo de plátano para tener una nueva fuente de recursos.
Por esa razón pidió que no se señalara más que el hombre era miembro de algún grupo armado ilegal para respetar su memoria.
“Por favor ayúdenme a limpiar el nombre de mi esposo, que no quede como lo están tildando, de que de pronto fue el culpable de este atentado, porque él es una víctima más”, afirmó.
Recompensa y operativos por el atentado
Al salir de un consejo de seguridad en Granada (Meta), el ministro de Defensa, Diego Molano, se pronunció para anunciar nuevas medidas de seguridad. Las autoridades aseguraron que reforzarán los operativos militares contra los subversivos que delinquen en la zona y se ofrecerán recompensas para vincular a la ciudadanía a la estrategia.
Molano anunció que implementará un Plan de Intervención en el sur del Meta que incluye fortalecer el pie de fuerza y realizar operaciones ofensivas contra los grupos ilegales. Así mismo, se ejecutarán acciones de inteligencia e investigación criminal con el fin de adelantarse a los movimientos de los subversivos y frustrar futuros ataques a civiles y la fuerza pública.
Por otra parte adelantarán un Plan Diferencial Antiextorsión. Desde la cartera de gobierno afirman que los subversivos están exigiendo altas sumas de dinero a los comerciantes y campesinos de la subregión del Ariari para no atentar contra su vida. Molano aseguró que esto retrasa el desarrollo del departamento y, en ese sentido, también se fortalecerán proyectos de inversión con el fin de brindar garantías a los civiles.
Por otra parte, el ministro recordó que se están ofreciendo recompensas por los cabecillas de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) que operan en la región. En concreto mencionó que se ofrecen hasta $1.000 millones por alias Calarcá, presunto responsable del reciente ataque terrorista.
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