El dictador venezolano, Nicolás Maduro, acusó este jueves al presidente colombiano, Iván Duque, de haber financiado a Carlos Luis Revette, un peligroso delincuente local que era conocido con el alias de el Koki y fue abatido el pasado martes.
El mandatario lanzó esa acusación en un evento de transportistas que fue transmitido por el canal estatal VTV. Como ha ocurrido en otras ocasiones, lanzó la acusación sin tener una sola prueba de lo dicho.
Han sido dados de baja en combate un grupo de delincuentes financiados y entrenados por el narcoparamilitarismo colombiano de Iván Duque, porque “el Koki’ y toda esta gente que tanto daño hizo al pueblo de Caracas fueron entrenados, eran financiados y eran dirigidos desde el narcoparamilitar gobierno de Iván Duque, así de sencillo.
Además, según el dirigente del vecino país, las trece personas que fueron capturadas durante el operativo —en el que murieron el Koki y otros cuatro delincuentes— “están declarando” sobre el entrenamiento que presuntamente recibieron y las ciudades colombianas en las que estuvieron. Además, dijo, también confesarán cómo hizo Koki para “volver” a Venezuela tras haber estado en Colombia.
Hasta el momento, ni el presidente de la República, ni el ministro de Defensa ni la vicepresidenta y canciller se han pronunciado sobre las declaraciones del mandatario venezolano.
La muerte del Koki
Según el ministro del Interior de Venezuela, Remigio Ceballos, Carlos Luis Revette era considerado como uno de los principales responsables de los tiroteos desatados en julio pasado, que paralizaron la vida en el occidente de Caracas durante casi 72 horas.
El Koki era uno de los criminales más buscados del país y figuraba como el principal líder de una peligrosa banda que controla una sector de barriadas en el oeste de Caracas, conocido como Cota 905.
Desde julio de 2021, la policía venezolana y las bandas criminales lideradas por sujetos como el Koki y Carlos Calderón Martínez, alias el Vampi, protagonizaron fuertes enfrentamientos en esta zona deprimida de la capital. Los fuegos cruzados acabaron con la tranquilidad de los caraqueños, además de dejar treinta de muertos y casi medio centenar de heridos.
Para hacer caer al peligroso criminal, por cuya captura se ofrecía una recompensa de 500 mil dólares, desde el sábado hasta el pasado partes fue ejecutada una maniobra que la fuerza pública venezolana bautizó como Operación Indio Guaicaipuro II 2022, que tuvo lugar en el estado Aragua.
En el despliegue participaron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y sus organizaciones de combate especial contra el delito, así como el Comando 44 de Zona de la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), según indicó el ministro Ceballos.
Ceballos detalló que durante el operativo, las autoridades incautaron un arma larga “de guerra”, armas 9 milímetros, cargadores, cartuchos de distintos calibres, vehículos de carga, motos, baterías, celulares, tabletas electrónicas, nueve camiones cisternas que habían sido “secuestrados” y “libros contables” que —según él— eran usados para apuntar extorsiones.
“Nos mantenemos en la búsqueda del resto de los integrantes de esta peligrosa banda. Están plenamente identificados y nos mantenemos activos tras su búsqueda y captura. Se ha liberado el territorio de Tejerias, en el estado Aragua, y seguimos expandiendo nuestro accionar hacia otros estados”, dijo Ceballos.
El ministro insistió en que con estos operativos policiales se proponen poner “a la orden de la Justicia” a todos los grupos armados con presencia en Venezuela y “dar fin a esa teoría del Estado frágil”.
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