Los influenciadores que tienen un verdadero sentido de responsabilidad sí existen y una fiel muestra de ello es ‘Soy Campesino’, un creador de contenido que, en lugar de cumplir retos virales arriesgando su vida, se encarga de dignificar la labor que día a día realizan centenares de agricultores del altiplano cundiboyacense, donde abunda la papa, la yuca y las fresas; pero también de otras regiones como el Norte de Santander, la costa caribe y el sur del país.
Pero no solamente se destaca por mostrar la infinidad de productos naturales y orgánicos que surgen de la tierra, sino que también hace una loable reivindicación de las tradiciones que gracias a los agricultores, se mantienen vivas. Por ejemplo, hace pocos días mostró que el guarapo aún se bebe en muchas casas y fincas del país, señalando además, en voz de una trabajadora del campo, que es un auténtico remedio para curar diversos males.
¿Cómo empezó a inclinarse por ser influenciador de campesinos colombianos? Gracias al trabajo etnográfico con las mismas comunidades. Fue allí donde descubrió las precariedades en las que viven muchos jornaleros no solo en materia de acceso a la tierra, sino también de tecnificación del agro y comunicaciones: carecen de conectividad, y justamente, esa fue una motivación para usar sus redes sociales y mostrarle al mundo lo que no se ve en las grandes ciudades.
Viendo todo el alcance que podía lograr, el joven trabajador social creó ‘Soy Campesino’ tanto en Facebook como en Instagram. En principio, fueron pocos los seguidores que reunió, pero con el pasar de los meses fueron cientos de miles quienes se dejaron tentar por la apuesta que pocas veces se ha visto, dada la gran cantidad de influenciadores que hay en el país, inclinándose hacia la compra directa al campesinado y el consumo sostenible de alimentos orgánicos.
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En sus palabras, Andrés señaló en diálogo con El Tiempo que gracias a las redes sociales “se crea un vínculo directo entre los campesinos y los usuarios, favoreciendo a cada una de las partes; pues al saltar la intermediación el consumidor ahorra dinero y el agricultor vende a un precio justo sus productos”, enviando un mensaje para que más personas se motiven a comprar directamente al campesino, eliminando terceros que aumentan los precios a veces de manera inverosímil.
Parece una tarea difícil comprar productos del agro colombiano directamente a sus productores si una persona está en una ciudad como Bogotá o Medellín, pero ‘Soy Campesino’ a través de sus diversas redes (Facebook, Instagram y hasta Twitter), indica qué opciones tienen las personas que habitan en las urbes, y de manera paralela muestra la variedad de productos que abundan en las zonas rurales, como la panela, las arepas boyacenses, el banano criollo y el queso con bocadillo veleño.
Actualmente, el influenciador logra un alcance que supera los 30 millones de usuarios en las plataformas donde comparte contenido. Esos mismos usuarios lo han sacado de apuros tanto a él como a los agricultores, y un ejemplo de ello fue un caso de Lebrija, Santander, donde según recogió el medio citado anteriormente, hubo una cosecha de guanábana amenazada por los precios que ofrecían los intermediarios.
Ni corto ni perezoso, Guerrero fue hasta este municipio, grabó un video donde fomentó el sentido de realizar una compra directa a los trabajadores de la tierra, y aquellos frutos se vendieron en menos de tres días.
Finalmente, no sobra decir que este no es el único influenciador con este tipo de iniciativas: ‘Nubia e hijos’ y ‘La granja de el borrego’ destacan en Colombia por mostrar las bondades del agro en el país y el trabajo que diariamente realizan miles de trabajadores para que frutas, verduras y hortalizas lleguen de sus campos a la mesa de muchas personas.
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