Juez le negó a Gonzalo Guillén calidad de víctima en el caso de Carlos Mattos

El periodista pidió ser avalado como víctima, pues asegura que vio afectado su buen nombre, honra y reputación; sin embargo sus pretensiones no fueron aceptadas

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El empresario Carlos Mattos, implicado en el caso Hyundai, y el periodista Gonzalo Guillén, fundador de La Nueva Prensa.
El empresario Carlos Mattos, implicado en el caso Hyundai, y el periodista Gonzalo Guillén, fundador de La Nueva Prensa.

Al periodista Gonzalo Guillen le fue negado el aval de víctima por parte del juez 30 de conocimiento de Bogotá, en medio del proceso penal que se que se adelanta contra el empresario Carlos Mattos por el ‘caso Hyundai’. El experto aseguró que el comunicador no cumple con los requisitos para recibir dicha acreditación, y que lo narrado por la defensa de Guillén no tiene ninguna relación con los hechos por los que es investigado Mattos.

“Esos hechos escapan del ámbito fáctico y jurídico que estudia el juzgado en este proceso, pues se trata de señalamientos delictivos que deben estudiarse en otro escenario judicial, en el que se garanticen los derechos de las partes intervinientes”, señaló el juez 30 de conocimiento.

La solicitud para el reconocimiento de Gonzalo Guillé como víctima en el caso fue hecha por parte de su abogado, Roberto Rodríguez. Esto se dio luego de que Carlos Mattos enviara una carta en la que señalaba a Guillén de recibir unos pagos de su parte para desacreditar a la Fiscalía. “Esa carta se inundó en medios, afectando la vida, honra y dignidad, reputación y patrimonio moral de Gonzalo Guillén. Ese hecho ya implica un daño concreto, y es el hecho de que el Gonzalo se ha visto afectó en su vida de relación y de salud. Sabemos que los médicos le han dicho que se calme por sus problemas cardiacos”, expresó el abogado.

“Como quiera que el despacho no tiene competencia y menos se está juzgado el proceder de los fiscales delegados en este asunto, ni el actuar de los abogados Néstor Martínez y Jaime Lomaba, como tampoco tiene a su cargo delitos de injuria, calumnia, utilización ilícita de redes de comunicaciones, daño informático, cohecho por dar u ofrecer, atribuidos al señor Carlos Mattos, es claro que el daño alegado no tiene nexo causal directo o indirecto con el hecho jurídicamente relevante atribuido en la acusación, motivo por el cual no se satisfacen las exigencias para acceder al reconocimiento demandado”, señaló el juez 30 de conocimiento.

Roberto Rodríguez, abogado representante de Guillén del medio de comunicación La Nueva Prensa, explicó que lo dicho por el empresario en aquel documento es calumnia. prueba que lo vinculara con este caso. “Ese daño debe tener una relación, y aquí lo que presenta el abogado defensor, de manera descontextualizada, son una serie de manifestaciones injuriosas y calumniosas contra ciertas personas que nada tienen que ver con las conductas punibles que se investigan en este escenario judicial”, se dijo sobre el tema.

Guillén pidió ser avalado como víctima al ver afectado, con la misiva, su buen nombre, honra y reputación como periodista. Esta situación representaba la intervención en el preacuerdo que firmó Mattos para recibir parte de la indemnización que ofreció pagar el empresario para reparar el daño hecho con sus acciones.

Es importante recordar que el empresario Mattos enfrenta un proceso penal por haber sido señalado de enviar millonarios sobornos a funcionarios y empleados de la Rama Judicial para que direccionaran la demanda que había presentado. Con aquel recurso esperaba que se le otorgaran medidas cautelares para vender vehículos de la marca coreana Hyundai en Colombia. La demanda, en efecto, llegó a manos del despacho del juez sexto civil de Bogotá, Reynaldo Huertas. El experto logró definir todo rápidamente y en tiempos reducidos.

Gracias al preacuerdo con la justicia, el empresario aceptó haber participado en los delitos de utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático. Mattos, para reparar los daños, ofreció una reparación de dos millones de dólares para la Rama Judicial y la Fiscalía General. El empresario está recluido en la cárcel La Picota de Bogotá.

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