Un desastre natural enlutó a Dosquebradas, Pereira y en general a todo Colombia este martes 8 de febrero. De acuerdo con algunos expertos que han analizado los hechos en medios de comunicación, se trata de una tragedia anunciada desde hace décadas.
En la mañana de este martes las fuertes lluvias generaron un deslizamiento de gran magnitud entre los municipios mencionados, ubicados en Risaralda. Hasta esta tarde, las autoridades habían reportado al menos 16 personas fallecidas y 36 más heridas. Entre los muertos se cuentan al menos tres niños.
Entre el trabajo de los organismos de socorro y los reportes de las autoridades territoriales, ha sido evidente el dolor y los desgarradores relatos de los sobrevivientes a esta tragedia que afectó los sectores de La Esneda en Dosquebradas y la Avenida el Río en Pereira.
En medio de llanto y angustia algunas personas relataron lo sucedido
Uno de esos relatos es el de un vecino de La Esneda que gracias al llamado de su hermano se salvó de quedar bajo las ruinas de un inquilinato donde vivía. “Le debo la vida a él (su hermano), porque él me llamo. Yo me levanté y salí, cuando estaba afuera se sintió el cimbronazo de la montaña encima. De ahí para acá no sabe uno más cuánta gente había en el inquilinato”, narró en Noticias Caracol.
Otra vecina del sector afectado por el deslizamiento dijo que la gente “empezó a gritar y el río a desbordarse, porque se salió por la carretera, entonces yo me agarré a gritar y a llamar a mi familia que estaba durmiendo”.
Por otro lado, en medio de las lagrimas y con voz entre cortada, un hombre aseguró que hasta ese momento no sabía si su padre estaba con vida o no. “Las cosas de la naturaleza como son, no sé si me arrebató a mi papá pero vea en la casita en la que estábamos”, dijo el hombre señalando las ruinas de la vivienda.
María Camila Restrepo, vecina del sector afectado por la tragedia, narró los momentos de angustia que vivió junto a su familia para el diario El Tiempo.
“Cuando menos pensamos la casa empezó a temblar y sentimos los estartazos de las rocas, salimos a ver qué pasaba, pero no esperábamos una cosa de estas. Cuando vimos estaba el río desbordado, casas inundadas, otras en el piso. La gente empezó a gritar a pedir ayuda y alcanzamos a ver cómo eso se vino y tapó otras casas”, dijo la sobreviviente.
“En esa zona vivían tres tíos, primos y sobrinos. Mi sobrina se salvó porque estaba despierta, pero la niña (su hija) murió, pues la pared de la casa cayó cuando estaba todavía en la cama. Eso es muy duro que uno tenga que ver a la familia así”, dijo otra ciudadana entrevistada por el medio mencionado.
Una tragedia anunciada
En varios medios de comunicación han compartido las declaraciones de expertos que recuerdan una tragedia similar ocurrida en 1976. En esa época, un movimiento en masa en la misma zona dejó al menos 71 víctimas fatales.
Según Deliana Cardozo Peláez, ambientalista popular y geóloga integrante del Comité de Defensa del Territorio, consultada por El Espectador, la zona del desastre es una que está catalogada como de riesgo, no mitigable, eso quiere decir que no debería usarse como zona residencial por el peligro que representa.
“Desde 1989, en Pereira y Dosquedradas hay inventario de viviendas en zona de riesgo, y el barrio La Esneda está incluido ahí, porque siempre ha sido identificado por fenómenos de remoción en masa, por inundación y por avenidas torrenciales, una categoría de riesgo no mitigable. Es decir, que no hay manera de disminuir el riesgo para evitar un desastre”, dijo la experta al medio mencionado.
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