La cuenta regresiva para las elecciones al Senado y la Cámara ya comenzó, el país se encuentra en un momento fundamental de propaganda política que definirá los próximos cuatro años de la bancada que liderará las nuevas iniciativas legislativas y con esto las transformaciones del país. Así mismo, queda poco para que se conozca quién será el nuevo jefe de Estado y muchos se encuentran en incertidumbre, sin embargo, las encuestas cada día muestran que las tendencias de voto rompen las estructuras tradicionales y comienzan a liderar los procesos alternativos.
En este sentido, una investigación realizada por la organización filantrópica Luminate, reveló que los jóvenes en Colombia, que representan un gran porcentaje del electorado no son apolíticos o indiferentes a las votaciones como se ha creído por mucho tiempo, sino que su posible apatía se debe a que no confían en la política tradicional, ni en los partidos políticos o las instituciones como están planteadas hoy día.
Los resultados de la organización muestran que todo se debe a su vez porque los intereses de los más jóvenes están enfocados a la protección del medioambiente, el feminismo, la lucha contra la desigualdad y los derechos LGBTQ+, temas que no son prioridad para los partidos tradiciones ni los políticos que defienden las ideas conservadoras.
“Tienen una profunda desconfianza en instituciones como el Congreso, el poder judicial, el Ejército y la Policía, percepción que está asociada a fenómenos como la corrupción y a la falta de atención a los intereses de los ciudadanos”, explicó Felipe Estefan, director para América Latina de Luminate como citó el diario nacional El Tiempo.
A lo anterior se le suma que consideran que un político debe estar fuera de los escándalos de corrupción, que a diario se conocen en Colombia, pues es uno de los países de la región con más problemas de este tipo.
Por ejemplo en diciembre de 2021 la Corporación Transparencia por Colombia presentó el informe “Así se mueve la corrupción: Radiografía de los hechos de corrupción en Colombia 2016 - 2020″ en el que se reportaron 967 casos, en los que se perdieron más de $13,67 billones, donde quedó en evidencia que existen cuatro tipos principales de corrupción en el país encabezados por la administrativa con un 44 %, seguido por la política con el 27 %, la privada con un 19 % y por último, la corrupción judicial con el 10 % de los casos identificados por el Monitor Ciudadano de Corrupción, “una plataforma de curaduría de información, investigación y seguimiento de la corrupción” en el territorio nacional.
“Desde la firma del Acuerdo de Paz la corrupción se ha posicionado como el principal problema que preocupa a los colombianos, lo que ha llevado a que la ciudadanía pase de la indignación a la acción realizando continuas movilizaciones en contra de esta. Sin embargo, para poder tomar decisiones que permitan hacerle frente a la corrupción de forma efectiva, es necesario entender cómo se manifiesta, cuáles son sus causas, características, consecuencias, actores, entre otros”, señaló Transparencia por Colombia.
En ese sentido, la corporación señaló que mediante el análisis de los hechos de corrupción identificados que se han presentado en el país se han establecido siete de las entidades más afectadas encabezadas por el Gobierno nacional con un 32 %, seguido de las alcaldías con un 27 %, luego se encuentran el sector privado con un 12 %, las gobernaciones con el 11 %, la Rama Judicial con un 9 %, la Rama Legislativa con un 5 % y por último, las entidades independientes con un 4 % de los casos.
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