El pasado 7 de febrero se llevó a cabo un evento conmemorativo en nombre de las víctimas que fallecieron durante el atentado ocurrido en el club El Nogal en el 2003 en Bogotá. Durante el encuentro, el exjefe de la extinta guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño, manifestó, además de una disculpa por lo ocurrido hace 19 años, que una de las vías más importantes para solucionar la compleja situación de orden público que se vive en el país, actualmente, es iniciar diálogos de paz con la guerrilla del ELN.
“El atentado en el club El Nogal, ocurrido el 7 de febrero de 2003, fue un acto atroz que jamás debió haber ocurrido. Como último comandante en jefe de las desaparecidas FARC-EP lamento profundamente este hecho que sólo trajo dolor injustificable”, manifestó Londoño en medio de su intervención.
Detalló que no había justificación para haber cometido aquel acto violento. Relató que sus compañeros de tropa, bajo el mando de Hernán Darío Velásquez, alias el paisa, estaban seguros de que ese día estaría la actual vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, con miembros de grupos paramilitares. “No me consta, pero así fuera cierto, no era razón para cometer este crimen”, señaló.
“El camino es el diálogo, el camino es la negociación; no hay otro camino. Lo demuestra ya casi cuatro años de este gobierno que rompió las negociaciones con el ELN y qué ha logrado; que se radicalice que se aumente la violencia en Colombia”, comentó el exguerrillero.
En su intervención dentro del evento conmemorativo aseguró que dentro del ideal de las FARC no estaba la motivación de afectar a la población civil, por el contrario, el conflicto siempre fue con el Estado. Por lo mismo, dijo él, el atentado en El Nogal fue lamentable. “Este tipo de hechos me avergüenza, porque son actos contrarios a nuestra ética revolucionaria. Se demostró que esta era una acción que fue contra los mismos principios que regían el accionar de las Farc, pues no se tuvo un rédito político”, argumentó.
Bertha Fríes, víctima de aquel acto violento, le hizo un llamado a la Jurisdicción Especial para la Paz para que se priorice este caso, según ella, no se le ha dado la suficiente prioridad, lo que ha impedido que se cumpla el compromiso de los excombatientes para que aporten la verdad respecto a lo ocurrido hace 19 años: “Hoy no estamos en la JEP. Pedimos que seamos el caso número ocho, porque se trata del atentado urbano más grande que hicieron las Farc al país”, puntualizó.
El 7 de febrero de 2003, sobre las 8:00 de la noche, un carro bomba explotó en las instalaciones del club El Nogal, espacio ubicado en el oriente de Bogotá. Las Farc, inmediatamente, no se atribuyeron el crimen, sin embargo, sí lo hicieron tiempo después. Se conoció, entonces, que el autor intelectual era Hernán Darío Velásquez, El Paisa, comandante de la Columna Móvil Teófilo Forero de las Farc.
“Hemos llegado a un momento de civilidad y de trabajar conjuntamente”, afirmó Fríes. La activista por la paz y la reconciliación colombiana aseguró que los diálogos y encuentros entre las víctimas y exguerrilleros de las FARC hacen parte de un conjunto de acciones transformadoras. Aseguró que ella ha sido quien ha promovido estar reuniones, y que considera a esto como una ‘operación a corazón abierto’.
De acuerdo con información del Centro de Memoria Histórica, esos hechos dejaron como consecuencia a 36 personas muertas y a cerca de 198 ciudadanos heridos. La bomba, destaca ese mismo portal, estaba compuesta de 200 kilos de anfo y clorato de potasio.
“Hace 19 años Colombia vivió un doloroso capítulo de su historia tras el ataque terrorista de las Farc al Club El Nogal, en Bogotá. A las víctimas de este crimen atroz les rendimos un sentido homenaje y a sus familiares les expresamos nuestra solidaridad en nombre de todo el país”, comentó el presidente Colombiano, Iván Duque, en medio del homenaje a la vida de las víctimas que perdieron su vida hace 19 años en ese ataque.
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