Con el fin de aclarar temas relacionados a seguridad y soberanía, la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, y el ministro de Defensa, Diego Molano, sostuvieron una reunión en la noche de este 7 de febrero con el embajador de Rusia en Colombia, Nikolái Karlovich Tavdumadze. Durante el espacio, que empezó alrededor de las 8:00 p. m. en la sede de la Cancillería colombiana, y culminó a las 9:30 p. m., los funcionarios de ambos países lograron aliviar las tensiones y llegar a acuerdos de cooperación.
“Hemos cubierto algunos temas de preocupación que tuvo el gobierno de Colombia. Aquí hemos esclarecido la situación y hemos subrayado que hay que conversar francamente por las vías diplomáticas”, dijo Karlovich Tavdumadze.
Es de recordar que la reunión fue convocada por el mismo presidente colombiano, Iván Duque, quien el pasado 4 de febrero aseguró que el diálogo era el único camino para solucionar las diferencias. Indicó que el principal objetivo era hablar sobre la supuesta asistencia militar que Rusia le estaría prestando a Venezuela y por qué se encontraron equipamientos del país europeo en el territorio suramericano.
“En estos temas yo creo que lo importante es que sigamos manteniendo el espíritu cooperante, el espíritu franco, y obviamente mantener esto en el nivel del diálogo diplomático que corresponde. Sin lugar a dudas, vamos a tener la posibilidad de hablar con la representación diplomática de Rusia en Colombia”, dijo Duque.
Los problemas empezaron el jueves 3 de febrero, cuando el ministro Molano aseguró que la Fuerza Militar Bolivariana ha estado recibiendo apoyo por parte de países como Rusia e Irán.
De acuerdo con el documento, bajo la supuesta misión de hacerles mantenimiento a los cazabombarderos que disparan misiles antibuque Kh-31, cerca de 68 miembros del ejército ruso permanecen en Venezuela y son relevados cada tres meses. Los hallazgos, además, estarían respaldados por agencias extranjeras y testimonios desde Caracas.
En este sentido, no solo estaría apoyando el régimen sino que tendrían relación con algunos enfrentamientos entre grupos armados en la zona fronteriza donde el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estaría tomando ventaja. Además, la investigación señala que también habilitó una unidad estratégica radioelectrónica, para interceptar comunicaciones en Colombia e incluso en Brasil.
Sumado a todo lo anterior, el documento pone en su radar una preocupación relevante y es la influencia que tendrían los movimientos de Rusia en la región que señalan directamente hacia Bogotá y que hasta ahora se están documentando pero que comprobaría que existen varios giros que vienen de Rusia a cuentas colombianas de 30 millones de pesos diarios y que habrían aumentado en época electoral. “Al parecer, hay un alquiler de cuentas bancarias de gente humilde, que busca no levantar sospecha y burlar los controles. La plata llega y se retira en cajeros, con tarjetas”, explicó un oficial de inteligencia.
La información fue desmentida por Rusia, que de inmediato emitió un comunicado en el que rechazó las declaraciones de Molano y señaló esas afirmaciones como irresponsables.
“Esas declaraciones irresponsables del miembro del gabinete gubernamental parecen aún más inapropiadas en vista de la reunión del presidente Iván Duque con los jefes de Misiones Diplomáticas acreditadas que fue realizada el mismo día”, se lee en la comunicación.
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