Hay preocupación entre los habitantes de Buenaventura por las recientes amenazas que ha recibido monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, por parte de grupos ilegales que operan en esta zona del país y que él ha denunciado públicamente.
Luego de algunas declaraciones públicas hechas por el obispo de Buenaventura en las que condenaba y denunciaba los actos realizados por integrantes de bandas criminales en la ciudad, estos mismos le han hecho llegar unas amenazas que preocupan a la comunidad religiosa. Es por esto que a través de un comunicado oficial, desde la Conferencia Episcopal Colombiana se han pronunciado al respecto.
El llamado de atención por lo que está sucediendo en Buenaventura lo hizo el padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), quien además alzó un S.O.S. a las autoridades colombianas resaltando que la Iglesia Católica Colombiana teme por la vida de Rubén Darío Jaramillo Montoya.
“Nos preocupa enormemente la vida de monseñor Rubén Darío Jaramillo, el obispo de Buenaventura. Él como buen pastor y llevando en su corazón el dolor de su gente ha denunciado lo que está pasando allí, que los actores armados se han ensañado en esta región contra esta población. Como él ha tenido la valentía, el valor profético de denunciar lo que allí está pasando, ahora él es la víctima”, expresó el religioso. Agregó en su mensaje que las autoridades deben centrar su mirada en territorios olvidados, como es el caso de Buenaventura y otros municipios del Pacífico colombiano. Solicitó que implementen un plan de acompañamiento más efectivo a la población del Distrito Portuario, y señaló que los bonaverenses “siempre han sufrido el descuido por el dolor de la población”.
“Reclamamos del Gobierno Nacional una atención especial sobre este puerto, el más importante de Colombia”, insistió el padre Darío Echeverri.
Desde hace tiempo monseñor Jaramillo Montoya ha denunciado la presencia de grupos ilegales en Buenaventura, además de las irregularidades que ocurren en esta zona del país y las afectaciones que padecen los habitantes ante el olvido de las autoridades nacionales por esta región. Según la Iglesia, desde que el religioso empezó a hacer esas denuncias ha sido objeto de amenazas por parte de los mismos grupos que denuncia y hasta le han prohibido circular por algunos de los lugares de la diócesis, incluso en algunos puntos de la región.
“Los actores armados deben dejar de ensañarse contra esta pobre población afrodecendiente, indígenas y colonos de todo el país”, finalizó su llamado el vocero de la Comisión de Conciliación Nacional, recordando la importancia que esta ciudad tiene para la economía nacional.
En diálogo con Blu Radio, el mismo padre Rubén Darío Jaramillo Montoya. confirmó que “han dejado unos panfletos en esa misma zona y cerca del templo parroquial, donde dice que todos los que bajen y evidencien los problemas se vuelven sapos y que todos los sapos van a morir”, pero aseguró que no está entre sus planes abandonar a la comunidad.
Esta no es la primera vez que se hace un llamado de atención al respecto, el mismo alcalde de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal, expresó su “rechazo total a las amenazas contra el obispo de Buenaventura, Rubén Dario Jaramillo. Solidaridad con el Obispo y la Diócesis. Invitamos a las autoridades a protegerlo y al pueblo a respaldarlo”.
Y de la misma forma en marzo de 2021, desde cuando iniciaron las denuncias del religioso y, por ende, las amenazas, la ONU Derechos Humanos Colombia envió su solidaridad al monseñor Rubén Darío Jaramillo. “Reconocemos su ardua labor por los #DerechosHumanos y la #paz. Solicitamos disponer de todas las medidas para su protección. Condenamos amenazas en su contra”, aseguraron.
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