Aída Victoria Merlano se cambió el nombre al mismo de su madre poco después de la fuga y desaparición de la excongresista condenada por constreñimiento al elector. Ella, además, según contó la prófuga, fue el elemento clave con que intentaron callar las denuncias que, ahora su hija, cree que no han sido escuchadas.
Merlano hija ganó una amplia relevancia a raíz de la fuga de su madre y, aunque al principio evitó el tema, ha sido una férreo apoyo para la excongresista. Ahora, cuando se ha revelado un nuevo capítulo de ese caso de corrupción electoral y política, afirmó que teme por su vida.
A través de sus historias en Instagram, un seguidor le preguntó qué pensaba sobre los chats que entregó su mamá a la Corte Suprema de Justicia, como sustento de la cercana relación que tuvo con Alejandro Char, durante el tiempo que estuvo de campaña al Senado y en la que se fraguó la compra de votos para su elección.
Merlano busca probar que fue pareja sentimental de Álex Char, entonces alcalde de Barranquilla, quien le regaló lujosas joyas, le propuso matrimonio y financió su campaña al Senado, en la que se estableció un minucioso sistema de compra de votos de la que era consciente el clan político del ahora candidato a la presidencia y de Julio Gerlein.
“Cuando mi mamá salió a hablar de todas esas cosas tan fuertes y tan delicadas, yo dije: Dios mío, a mí me van a pegar mi tiro por ahí”, confesó Merlano hija a través de sus redes sociales en respuesta al seguidor. Sin embargo, la sorprendió la reacción del público y las redes sociales respecto a las revelaciones.
“Luego entendí que a la gente le importa más el chisme del romance que la denuncias que ella está haciendo”, contó la influenciadora a través de su Instagram, por lo que afirmó que “Colombia es un chiste que se cuenta solo”.
Ella hacía referencia a que mientras la excongresista Merlano ha denunciado corrupción en la alcaldía de Barranquilla y ha señalado a las familias políticas más importantes de la Costa Caribe, incluido un actual candidato presidencial, además de delitos graves como violencia sexual y secuestro; en su concepto, el foco se centró en la relación sentimental de unos meses que sostuvo con Char y de años con Gerlein, poderosos y millonarios hombres casados.
Otro seguidor la cuestionó porque ella asegura en redes sociales que le encantan los rumores personales, pero en el caso de su mamá los rechaza, ante lo cual sentó su posición.
“A mi el chisme ME ENCANTA, pero esos chats entran dentro del material probatorio de unas denuncias de corrupción ¿Te parece sensato darle prioridad al chisme en ese caso? Si solamente se hubiesen filtrado esos chats a modo de chisme, obviamente yo hubiese hecho un video contando el galón completo, pero esto es serio, hasta mi vida está en juego”, sostuvo Merlano hija.
La excongresista Aida Merlano le contó a la revista Cambio, según escribió María Jimena Duzán, que no testificó en contra de Alejandro Char en la primera audiencia, cuando se encontraba presa en Colombia, por una amenaza contra su hija.
Ella aseguró que cuando fue trasladada al juzgado, una guarda del INPEC la contactó y le entregó un celular diciéndole que era parte de su hija. Ella le dijo que habían llegado personas a su casa para “cuidarla” y que esperaban una razón suya, por lo que tomó la decisión de no hablar de la familia Char en sus primeras declaraciones para salvaguardar la seguridad de sus hijos.
Sus denuncias las ha hecho desde Venezuela, a donde terminó después de huir de la justicia colombiana y luego, según denuncia, de un plan para asesinarla y evitar que hablara.
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