El precio del crudo ha cogido impulso. JPMorgan incluso se ha atrevido a afirmar que para el primer trimestre del año el precio de barril podrá llegar a los 150 dólares. Las causas se basan básicamente en los bajos niveles de reservas, en un inventario que decrece y en una demanda que no cesa. Sumado a esto las bajas exportaciones iraníes que se vienen, tras conversaciones fallidas entre Irán y Estados Unidos para salvar el acuerdo nuclear de 2015, continuarán ejerciendo presión en los precios.
Pero como en todos los negocios, unos salen victoriosos y otros deben pagar lo que les piden. Colombia en tal sentido, como productor de la referencia Brent aparentemente está entre los favorecidos, pero no todo es color de rosa y una parte de su futuro está en vilo.
Así lo dio a conocer Fitch Ratings, un proveedor líder de calificaciones crediticias para los mercados de capitales globales, que indicó que la valoración de Ecopetrol podría verse afectada por la incertidumbre socio política del país, cuyo protagonista es Gustavo Petro.
“En Colombia, el principal candidato de izquierda en las elecciones de mayo, Gustavo Petro, pide el fin de los nuevos contratos petroleros y una transición de la dependencia de la economía de los combustibles fósiles para girar hacia más fuertes inversiones de energía renovable”, declaró la agencia.
Una baja calificación, según el portal El Comercio, podría significar mayor dificultad al momento de buscar préstamos. Estos dineros, que usualmente son destinados en la expansión y en una inversión en los activos de la operación, al verse con dificultades en su aprobación, retrasarían los planes y objetivos que anualmente la compañía se traza.
Pero estas declaraciones no solo han puesto el nombre de Ecopetrol bajo la posibilidad de convertirse en un deudor a futuro poco confiable, sino que también han incidido en el mercado. Así lo señaló el portal Bloomberg al informar que los bonos que representan la deuda de la petrolera con los inversionistas han caído un 7 %. Y la incertidumbre de que sigan bajando la han recibido directamente los inversionistas, que ante el riesgo de impago, han salido a vender la deuda sin importar que la ganancia no colme sus expectativas.
Crudo: una fuente de ingresos
“La política gubernamental siempre es pertinente para el sector energético, dada la importancia de las regalías y los impuestos para los ingresos generales del gobierno”, señala Fitch. Por eso, al poner el foco en 2021, se hacen evidentes dos aspectos importantes. Mientras el consolidado de producción de gas rompió récords –llegando a producir 1.087 mpcd– la producción de crudo tuvo una caída del 5,7 % con respecto al año pasado –se pasó de 736.356 bopd a 781.352 bopd–. A pesar de la caída de la producción, las cifras en mención significaron al país una utilidad de 3,8 billones de pesos en el tercer trimestre del 2021.
Por eso, detener la actividad petrolera si bien es una necesidad que urge comenzar a implementar para frenar el cambio climático, significaría para el país renunciar a unos ingresos que mueven el 2.1 % del PIB. Esto, en otras palabras, sería como dejar de exportar 20 mil millones de dólares, la mitad total de las exportaciones del país. Implicaría dejar de recibir unos 30 billones de pesos al año por concepto de impuestos, regalías y dividendos de Ecopetrol y sería una decisión que los colombianos pagarían de su bolsillo, pues tendrían que comenzar a pagar unos 16 mil millones de dólares al año por el crudo que consumen.
“Esta industria es la principal fuente de ingresos corrientes para la nación, representando en regalías, renta, transferencias directas de Ecopetrol a la Nación, además del principal sector exportador del país y uno de los líderes en materia de inversión extranjera directa”, señaló Julio César Vera, consultor y experto en petróleo para Portafolio.
Pero si bien las consecuencias podrían incidir en la economía colombiana lo cierto es que hasta que no se definan las presidenciales, la incertidumbre de esta industria continuará. Así las cosas, solo queda esperar a que llegue la fecha que determinará el futuro de la actividad petrolera en suelo colombiano y mientras tanto sacar provecho a los buenos precios que se mantienen
SEGUIR LEYENDO: