Dado que a la selección Colombia le ha costado imponerse en Barranquilla en las eliminatorias, sobre todo en los más recientes compromisos, algunos plantearon cambiar de sede una vez se dispute el último partido como local, el 24 de marzo ante Bolivia. El calor y la falta de aliento de la afición son algunos de los argumentos de quienes proponen contemplar otras ciudades como la casa del equipo cafetero.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, fue uno de quienes cuestionó tanto al Estadio Roberto Metropolitano Roberto Meléndez y a los asistentes a los partidos de la Tricolor. El pasado 31 de enero, en su cuenta en Twitter publicó: “Como todo Colombia, muy triste. Sin el propósito de ser oportunista, pero la Federación Colombiana de Fútbol debe saber que en el Pascual Guerrero le meteríamos el alma a estimular el equipo y no un turisteadero de cachacos arribistas”.
Pese que su intención no era “ser oportunista”, el comentario del mandatario de la capital vallecaucana fue cuestionado por decenas de usuarios en redes sociales, en especial por el evidente regionalismo al que acudió con el término “cachacos arribistas”. A su trino también reaccionó el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, en conversación con Caracol Radio.
“Barranquilla es una ciudad de puertas abiertas para que vengan los cachacos arribistas, los que no son tan arriba, los que están abajo, los que están a la izquierda, a la derecha y los que están sentados. El mismo Jorge Iván puede venir cuando quiera, aquí no se le cierran las puertas, como esperamos que tampoco nos cierren las puertas a los cachacos, costeños y paisas. Colombia es una sola, no la dividamos”, comentó.
Aunque los jugadores de la selección asumieron los últimos resultados, y, todavía más, la falta de gol pese a las opciones generadas, también pidieron al público apoyar más, tal es el caso de Radamel Falcao García.
Conforme con El Tigre, el triunfo de los peruanos el pasado 28 de enero “en gran parte se debió al apoyo que recibieron en Barranquilla y nosotros necesitamos de parte de toda la hinchada de Colombia eso: que podamos sentir que están detrás nuestro y que en los momentos difíciles ellos son los que nos están apoyando. Tuvieron 300 hinchas que alentaron 90 minutos y los levantaron durante todo el tiempo para pelear, según sus armas, y aún cuando se vieron sometidos por una gran Colombia, que por momentos los dominó. Ellos, con su plan de juego, llevaron a cabo lo que habían venido a hacer”.
David Ospina, capitán del combinado tricolor, se sumó al llamado de Falcao y pidió a los fanáticos evitar las acciones violentas, a Reinaldo Rueda, por ejemplo, lo insultaron y le lanzaron objetos desde las gradas:
“En el partido se sintió la desilusión, la gente que nos acompaña puede reaccionar de esa manera cuando los resultados no son positivos. No estuvo bien que lanzaron cosas porque pudieron golpear a alguien: los silbidos están bien, uno como jugador está dispuesto a eso cuando los resultados no se dan”.
Acerca del cambio de sede también conversó Jorge Luis Pinto, pero no aludiendo al apoyo de la hinchada, sino de la condición climática desfavorable para quienes ahora, por ejemplo, llegan del invierno europeo. “
“Yo siempre dije que Colombia tenía que tener dos sedes, una Bogotá y la otra Barranquilla. Los jugadores que vienen de Europa este mes llegan del pico de invierno, la temperatura es casi bajo cero. Eso afecta llegar a 32 grados centígrados, en esta época no podemos jugar ahí”, expresó en Caracol Radio.
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