En qué consiste el fenómeno de ‘La Gran Renuncia’ y cuáles son las claves para que no afecte a Colombia

Se calcula que en promedio tres de cada 10 personas no quieren volver a la presencialidad en el país, motivo por el cual contemplan renunciar a sus empleos

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Malhumor, baja productividad, problemas para concentrarse, creatividad cero y ausencias: la falta de sueño cuesta a la economía estadounidense hasta USD 411.000 millones anuales, y el equivalente a 1,2 millones de días laborales al año, asegura un estudio de la Rand Corporation de 2016.

Con la llegada de la pandemia, fueron impuestos en todo el mundo los prolongados periodos de cuarentena, lo cual obligó a muchas empresas a buscar alternativas para no parar sus actividades productivas. Fue así como el trabajo desde casa o ‘Home office’ se convirtió en un elemento esencial y muchas compañías notaron que sus indicadores no se redujeron drásticamente con esta medida.

Sin embargo, la reactivación económica y los avances mundiales de los procesos de vacunación han permitido el regreso a las actividades laborales presenciales, y este hecho ha sido recibido con renuencia por parte de muchos colaboradores, quienes ya están adaptados al trabajo remoto, pues este les permite ejercer desde la comodidad desde su casa o cualquier lugar sin reducir su rendimiento.

Con todo y eso, en países como Estados Unidos ha surgido un fenómeno conocido como ‘La Gran Renuncia’, que, como su nombre lo indica, ha desembocado en renuncias masivas. Por ejemplo, y de acuerdo con cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales, aproximadamente 4.5 millones de ciudadanos de ese país renunciaron voluntariamente a sus empleos al conocer que debían asistir presencialmente.

Este fenómeno tiene una alta probabilidad de expansión en América Latina, concretamente Colombia, donde el Plan Nacional de Vacunación y la actividad económica continúan en auge de reactivación, y por ello, la plataforma tecnológica Deel realizó un informe en el que detallan cinco estrategias para que las compañías retengan sus talentos a partir del ofrecimiento de buenas condiciones laborales y así no replicar ‘La Gran Renuncia’.

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Esquemas de trabajo dinámico, estructuras horizontales y la eliminación de jerarquías y formatos de alternancia, son tres de las opciones que se plantean como las ideales para evitar una avalancha de renuncias. Sin embargo, una de las preguntas a tener en cuenta es si realmente ‘La Gran Renuncia’ podría llegar al país; ante esto, Natalia Jiménez, Head of Expansion Sudamérica de la firma, indicó que ese fenómeno ya se encuentra en Colombia.

“No se ha medido aún, pero todos los días hablamos con empresas que ya están perdiendo su talento y están mirando cómo fidelizar, volverse flexibles para evitar más pérdidas masivas de talento. Puede que en algunas industrias aún no se sienta igual, pero más temprano que tarde viene para ellas y lo mejor es prepararse antes de enfrentarse a esa situación”, señaló Jiménez, puntualizando también, con relación al trabajo remoto, que esta modalidad no implica no tener contacto visual, y en ese sentido, se debe tener en cuenta que hay profesiones que requieren de la presencialidad.

“Son millones de esos mismos trabajos los que hoy son presenciales porque los directivos no quieren otra manera, pero se gestionan desde un computador que podría perfectamente hacerse desde cualquier parte. Por ende, hay que evaluar qué tanto realmente no se puede hacer virtual”, indicó Jiménez, quien añadió que ante la renuencia de las directivas en determinadas compañías, se debe acudir a un cambio de procesos y mentalidad para cumplir los objetivos.

Las dos estrategias que componen el análisis son el potenciamiento de las ofertas laborales y la flexibilización de los horarios. Sobre esta última vale decir que se deben tener en cuenta las extensiones de las jornadas de muchos trabajadores al no haber un control estricto sobre el cumplimiento de las horas de entrada y salida. Natalia Jiménez precisa en este punto que no hubo un aprendizaje al momento de migrar hacia el trabajo remoto.

“Por ende, no hay hábitos, orden, espacios claros. Entendiendo esto, más que los roles que se vuelvan más o menos extensos, es la adaptación de las políticas para aprender a parar, a tener disciplina de trabajo y reglas claras en convivencia”, mencionó. Finalmente, destacó que, de acuerdo con Deel, hay empresas que han adaptado sus políticas en conjunto con sus colaboradores, y recomendó a estos últimos ser más propositivos y estar presentes en la toma de decisiones importantes.

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