Los hinchas del fútbol bogotano tendrán más motivos para celebrar: la asociación de trabajadores del Palacio del Colesterol podrá hacer uso del espacio que sus delicias solían ocupar antes de la llegada de la pandemia.
La directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), Blanca Durán, le contó al diario El Espectador que la entidad manejará el espacio y los trabajadores del lugar tendrán el permiso de usarlo cuando haya partidos de fútbol en el Campín. El propósito es que los planes de mejora para el estadio puedan adelantarse sin afectar la tradición ni los bolsillos de las familias que se sostienen del espacio.
La concejala de Bogotá, Heidy Sánchez Barreto, afiliada a la Unión Patriótica, le dio la noticia a los capitalinos a través de un video en su cuenta de Twitter.
Con entusiasmo, queremos informarle a la ciudadanía de Bogotá, pero en especial a toda la comunidad futbolera, que por fin, después de dos años de mesas de trabajo, se logró suscribir nuevamente un contrato de aprovechamiento económico de las familias del Palacio del Colesterol con el Instituto de Recreación y Deporte.
La representante es consciente de que la tradición pudo atrofiarse -al igual que las instalaciones- tras dos años de desuso, pero invitó a la hinchada a volver y apoyar el espacio.
Es claro que no va a ser fácil nuevamente la apertura de este espacio después de dos años sin funcionar. Por eso, queremos invitar a todas las personas que han sido clientes fieles de este espacio a que vuelvan y aporten un granito de arena para su reactivación; pero también a todas las personas que no lo conocen, a que no se pierdan de conocer este icono del fútbol de Bogotá.
Asimismo, la representante reconoció a la gente que se solidarizó con la campaña para defender el Palacio del Colesterol.
Sin ustedes, esto no hubiera sido posible. Esa presión que se dio por parte de las hinchas, de los hinchas, de las personas habitantes de la localidad de Teusaquillo, pero también de las y los periodistas futboleros que en serio se pusieron la camiseta en hacer un acompañamiento para que esto se hiciese realidad.
La amenaza de cierre
Desde 1962 y de manera ininterrumpida, este lugar especializado en la oferta de la típica ‘fritanga’ ha funcionado en uno de los costados del estadio El Campín y se ganó el reconocimiento de los hinchas futboleros de la capital.
La pandemia fue lo único que frenó su operación y llevó a los trabajadores a una grave crisis económica. Cuando se veían luces para regresar al ruedo con la reactivación de los partidos, un proyecto de remodelación de El Campín desaparecería este emblemático lugar.
El estadio principal de Bogotá empezará un proyecto de remodelación con el que se pretende aumentar la capacidad del aforo actual del escenario, que es de 35 mil personas, a 50 mil aficionados.
Aunque esta podría ser una buena noticia para la hinchada, sitios como ‘El Campincito’ y el ‘Palacio del Colesterol’ serán demolidos y, en el lugar del segundo, se construirá un auditorio para la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Una vez se supo de los planes del distrito, al menos 23 concejales le extendieron una solicitud formal a la Alcaldía de Bogotá y al IDRD para que se den garantías a los trabajadores de ese lugar. Asimismo, inició una campaña social y política para que el icono gastronómico volviera a funcionar en el lugar de siempre.
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