El viernes 28 de enero, efectivos del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá aprehendieron a seis colombianos que presuntamente estarían vinculados con 2.560 paquetes de cocaína que fueron encontrados en una isla del Caribe panameño. Esta es la segunda captura de colombianos vinculados con el narcotráfico que autoridades panameñas hacen durante esta semana.
Según comunicaron las autoridades del país vecino el alijo estaba distribuido en 104 bultos que se encontraban dentro de una embarcación que fue interceptada por los agentes en las cercanías de Isla Grande, en la provincia de Colón.
Esta incautación se llevó a cabo en el desarrollo de las operaciones del Senan llamadas ‘Génesis’ y ‘Caribe’, las cuales están destinadas a frenar el crimen organizado y el narcotráfico. Además, contaron con el apoyo de medios aéreos de los Estados Unidos. Una fuente del Senan confirmó a la agencia Efe que, tras realizar los análisis requeridos, los 2.560 paquetes incautados son de cocaína y que las seis personas arrestadas son de nacionalidad colombiana.
Lamentablemente, esta detención no es la primera que vincula a ciudadanos colombianos con narcotráfico en Panamá. El pasado 23 de enero, dos hombres de nacionalidad colombiana fueron condenados a 9 años de prisión cada uno por el tráfico de 559 paquetes de cocaína, informó el Ministerio Público (MP, Fiscalía).
La condena que tendrán que afrontar en 108 meses de prisión los ciudadanos colombianos identificados como Luis Carlos Jaimes Zúñiga y Alexis Sánchez Córdoba fue lograda por un acuerdo de pena validado por un juez de Garantías, precisó el ente judicial.
Luis Carlos Jaimes y Alexis Sánchez Córdoba fueron aprehendidos por agentes del Servicio Nacional Aeronaval, (Senan) durante un patrullaje de tráfico marítimo al este de Isla Galera, en el Pacífico panameño, en un vehículo marítimo tipo lancha rápida de nombre La Kiki y tras intentar huir de las autoridades. Las autoridades panameñas lograron el aseguramiento de nave y ubicaron 18 bultos que contenían la droga hallados en la Kiki, de acuerdo con la información oficial.
El Senan ha informado que, en lo que va del 2022, ha llevado a cabo ocho operativos contra el narcotráfico que, en total, han dejado como resultado la incautación de 8.806 paquetes de sustancias ilícitas.
Las autoridades de Panamá decomisaron en el 2021 un total de 128,7 toneladas de droga, una cifra que el 2 de enero pasado fue calificada como una histórica por el presidente del país, Laurentino Cortizo, en un informe de gestión ante el Parlamento.
Panamá es un país de tránsito de la droga que se produce en Suramérica y que tiene como principal mercado Estados Unidos. Más de 80 toneladas de la droga decomisada hasta octubre pasado (98,6 toneladas) era cocaína, de acuerdo con las cifras oficiales publicadas por el estado. Según aseguran organizaciones panameñas cerca del 70 % de los homicidios que se cometen en Panamá se encuentran vinculados al tráfico de drogas y a las pandillas.
Atrás quedaron los monopolios de capos o carteles de drogao de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Farc. Hoy, al contrario, hay una multiplicidad de actores especializados en cada etapa de la cadena productiva. El mercado se regula a sí mismo y hay competencia.
Lo que no ha cambiado es que la industria de la cocaína sigue siendo uno de los principales enemigos del gobierno colombiano, ahora al mando de Iván Duque. El mandatario ha afianzado la alianza con Estados Unidos, que solo en Colombia ha gastado más de US$11.000 millones en la guerra contra las drogas.
El gobierno de Duque ha logrado que, según algunas estimaciones, los cultivos de hoja de coca se hayan disminuido de manera sostenida por tres años. Pero eso no ha impedido que la producción de cocaína aumente. De hecho, nunca en la historia de Colombia, por décadas el mayor exportador del mundo, se había producido tanta cocaína de manera tan eficiente y tan poco violenta.
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