Ante la presión que venían ejerciendo las autoridades sobre Luis Carlos Ortiz Blanco, conocido como Luchito, el criminal al servicio de la banda delincuencial Los Costeños decidió entregarse a la justicia este 26 de enero. El hombre, de 37 años de edad, era buscado por las autoridades por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, extorsión y tráfico de estupefacientes.
La Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) indicó que Luchito se entregó a mediodía. Antes de hacer efectiva su detención, el criminal publicó un video en el que deja constancia de que su acción es voluntaria. Además, reveló que la concertó con Carlos Alberto Ortíz Blanco, alias Cachetes, jefe de Los Costeños, quien también es su hermano. El líder delincuencial está tras las rejas, pero desde la cárcel sigue dando órdenes.
“Buenos días para todos, mi nombre es Luis Carlos Ortiz Blanco, me encuentro aquí donde yo resido, voy a hacer la entrega como quedamos acordado con mi hermano Carlos Ortiz Blanco. Voy hacia las instalaciones de la Policía Metropolitana de Barranquilla o para la Unidad de Reacción Inmediata URI. Voy a hacer mi entrega hoy miércoles 26 de enero de 2022″, dijo en el video antes de su entrega.
Por sus nexos y cercanía con Los Costeños, se espera que el hombre revele detalles de cómo opera la banda delincuencial en Barranquilla y su área metropolitana. En especial, que dé detalles de cómo y quienes están ejecutando las extorsiones y atentados contra el gremio de tenderos en el Atlántico, pues Luchito al parecer fue quién los ordenó en los últimos meses.
Es importante recordar que los comerciantes del Atlántico son los más afectados por esta ola delincuencial que azota al departamento. A finales del año pasado la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco) aseguró que este gremio trabaja con miedo porque los criminales los están presionando psicológicamente a través de llamadas extorsivas.
La presión está surtiendo efecto pues los comerciantes están accediendo a pagarle a los delincuentes a cambio de que los dejen trabajar. Incluso, en casos extremos, los afectados están vendiendo sus negocios, nombran administradores o se mudan de barrio para garantizar su seguridad.
“Lo que sabíamos es que se ejerce una presión tan fuerte que el comerciante opta por pagar creyendo que va tener solución, pero al mes o dos meses le llegan con otra solicitud a veces a nombre de la misma banda u otro grupo, donde el comerciante siente que no puede seguir sosteniendo estos pagos y entonces entra la presión psicológica y opta por cerrar el negocio como ha ocurrido en Barranquilla”, dijo Orlando Jiménez, vicepresidente de la Undeco, en el programa radial Atlántico en Noticias.
Con este panorama, según Undeco, ya 50 tiendas cerraron sus puertas en Barranquilla y su área metropolitana.
El dinero cobrado por los extorsionistas estarían llegando a grupos narcoparamilitares con el fin de financiar la compra de armas, además de pagar por la ejecución de actividades ilícitas como el narcotráfico y el microtráfico.
Hay que recordar que la comunidad está denunciando estos hechos desde hace meses. Además, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana en la que advierte el aumento de extorsiones y homicidios en Barranquilla y su área metropolitana, conformada por Soledad, Malambo, Puerto Colombia y Galapa. El organismo de control advirtió que hay 28.430 personas en riesgo, y entre ellos hay comerciantes, docentes, activistas, trabajadores informales y comunidades indígenas y afro.
Señaló que la organización más fuerte que opera en el departamento son Los Costeños y su recientes reconfiguraciones, como Los Nuevos Rastrojos y el Nuevo Bloque Costeño. También mencionó al Bloque Central Renacer, Los Papalópez, Los Vega y Los Meleán. Además, no se descartó la presencia de otros actores armados como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), conocidas como Clan del Golfo.
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