La situación de orden público en el pacífico nariñense es una constante que azotado a esta región del país. La incidencia de grupos al margen de la ley y organizaciones delincuenciales, que toman algunas zonas como ejes centrales para sus operaciones delictivas, convierten en muchas ocasiones a algunos municipios de este territorio, en repúblicas independientes en donde ni siquiera el Estado tiene el control absoluto.
En las últimas semanas en el municipio de El Charco, Nariño, se han presentado amenazas constantes en contra de la población por organizaciones criminales que delinquen en la zona, la productividad de los habitantes de este municipio se ha visto completamente limitada, pues el temor de salir a las calles ha inundado el pueblo y por opción propia han decidido quedarse en sus casas esperando que las autoridades locales, departamentales y nacionales, intervengan en la zona para regresar a la normalidad.
Ante las denuncias presentadas por los ciudadanos, se realizó un Consejo de Seguridad que fue convocado por el máximo ente gubernamental del departamento, desde la Gobernación de Nariño se ultimaron detalles para mediar en la situación, después que habitantes de la población aseveraron que, el fin de semana pasado hombres del Ejército Nacional fueron hostigados en el sector, en medio de una presunta asonada por parte de delincuentes que operan en este municipio del pacífico colombiano.
Varias calles de esta municipalidad se encuentran desoladas ante el cierre de varios comercios, aparte del cese del transporte tanto terrestre como fluvial, y la inasistencia de muchos estudiantes a escuelas y centros académicos. Sin embargo, las versiones de las autoridades indicarían qué son los grupos armados quienes han intervenido y amedrantado a la población para que realice el paro indefinido de las actividades comunes dentro de esta jurisdicción.
Por ahora se espera que las medidas tomadas, permitan restablecer progresivamente el orden social dentro de este distrito, mediante la operación de las autoridades gubernamentales y militares que buscan tomar nuevamente el control de la zona.
En redes sociales las versiones son contrarias a lo que exponen algunas autoridades, pues varios habitantes aseguran que recurrieron a realizar este paro indefinido ante el miedo de quedar en medio del fuego cruzado, por la acción de los militares y la presencia de los delincuentes en zonas aledañas, esto provocaría distintos combates u hostigamientos que pondrían directamente en riesgo a la población.
Otras incidencias
A pesar que José Denis Obregón, realiza sus labores como alcalde y fue quien alertó sobre la situación que presenta el municipio, los pobladores también recuerdan a Víctor Cándelo Reina, alcalde del municipio nariñense, quien en septiembre del 2021 fue judicializado por hechos de corrupción por presuntas irregularidades en contratación dentro del municipio, en ese sentido, las comunidades negras y raizales, además de los ciudadanos de la cabecera urbana del municipio de El Charco, afirman que hay un vacío de autoridad y que el Estado no rige en este territorio.
A estas denuncias, se suma el temor por parte de algunos residentes que afirman que, con la presencia del Ejército en un pasado, se ha prestado para abusos de autoridad e instrumentalización de la ciudadanía, ejerciendo presión sobre esta para el beneficio propio e incurriendo en violación de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario.
Tras el Acuerdo de Paz firmado en La Habana, este municipio demostró positivismo ante posibilidades de mejora, aunque, en la actualidad la presencia de grupos armados y las limitaciones que presenta el Gobierno Nacional, rezagan su desarrollo a lo que pueda venir, sin tener un futuro fijo en una tierra productiva desde los aspectos de: agricultura, pesca, turismo y expansión fluvial como principal característica dentro del departamento.
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