Al ingeniero Rodolfo Hernández, candidato presidencial, se le cortó la voz en medio del debate presidencial organizado por Semana y El Tiempo, al dejar claro que él ha sido víctima del conflicto armado. Su padre y su hija fueron secuestrados por grupos armados en Santander y, aunque el primero fue liberado, de Juliana Hernández no se tiene información de su paradero hace 17 años.
Hasta en los últimos años, Rodolfo Hernández ha asegurado que se permitió vivir el duelo, al tener que aceptar que lo más probable es que su hija ya no se encuentre con vida. Sin embargo, su estado oficial sigue siendo desaparecida porque tras más de una década del secuestro no se supo más de su estado.
“Los del ELN, secuestraron a mi hija y la mataron”, sostuvo Hernández durante el debate presidencial superando el llanto para continuar su intervención. La situación no era conocida por todos los asistentes y generó solidaridad entre los demás.
Sin embargo, hasta los años recientes no se hablaba de la muerte de Juliana Hernández y se refería a un extenso secuestro. La primera vez que se conoció el hecho públicamente fue en 2016, cuando el ingeniero ejercía los primeros tres meses como alcalde de Bucaramanga y en la entrega del balance a medios de comunicación contó lo que había ocurrido. En esa ocasión, señaló que el plagio ocurrió en 2009, pero luego su hijo aclaró que fue cinco años antes.
Juliana Hernández Oliveros fue secuestrada en junio del 2004. Para entonces tenía 23 años, era la única mujer de cuatro hermanos, y estudiaba derecho en la Universidad Santo Tomás, pero aprovechando las vacaciones intersemestrales, volvió a su ciudad natal.
Una amiga y compañera la invitó a pasar una temporada en una finca en Ocaña, una ciudad para entonces azotada por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional. Ella llegó a ese lugar el 4 de junio y desde ese día no se volvió a saber nada.
Según contó Mauricio Hernández, uno de los hermanos, a la emisora Caracol Radio en 2016, la familia sospechaba que la otra joven había sido cómplice del secuestro. Su hipótesis era que ya en la finca, con algunos tragos encima, fue sometida por los secuestradores y la raptaron.
La familia se alertó cuando perdieron comunicación con Juliana y horas después recibieron una notificación de que tanto ella, como la otra mujer, habían sido secuestradas. La intención de los plagiadores era un secuestro extorsivo que le recordó a Rodolfo lo que había vivido su padre una década antes.
El secuestro de Luis Jesús Hernández Rojas, padre del exalcalde, sucedió en los años de 1990. Miembros de las Farc llegaron hasta su vivienda, lo sacaron y lo subieron a un vehículo para llevarlo hasta el cerro La Aurora donde lo tuvieron por más de 4 meses.
Según contó Hernández a medios de comunicación, los secuestradores le pidieron 50 millones de pesos por la liberación de su padre. Él decidió vender unas casas que habían construido, el negocio que tenían en el departamento para entonces, y pagar la extorsión. Su padre fue liberado tras 135 días de retención ilegal.
Poco después, un hombre que se identificó como José y perteneciente, supuestamente, al ELN, se comunicó con la familia, según contó Mauricio al programa Hora 20. Con él trataron de negociar, pero pedía 2 millones de dólares.
Hernández se negó a pagar la extorsión para que liberaran a su hija. No “por no pagarlos”, ha dicho a medios de comunicación, sino porque pensaba que hacerlo sería patrocinar el secuestro y que su familia siguiera siendo víctima de plagios extorsivos.
Tras negarse a no pagar, dejaron de recibir información sobre Juliana y a la fecha no tiene conocimiento de lo ocurrido. La otra joven fue liberada luego de que la familia pagó una suma cercana a los 20 millones de pesos. Creen que la hija del exalcalde fue trasladada a Tibú y posteriormente vendida a las Farc, pero no hay certeza.
Aunque Hernández ha dicho que buscó al gobierno y se cansó de acudir a los organismos de seguridad, en el 2016 el entonces ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró en la emisora Blu Radio que no conocían la situación e iban a iniciar las acciones correspondientes.
“La buscamos por cielo y tierra y sin embargo todo ese esfuerzo fue totalmente infructuoso. Queremos, ya después de 17 años de ese esfuerzo infructuoso, hacer el duelo. Estamos haciendo el proceso de desaparición forzada, muerte por desaparición es la figura jurídica”, le dijo Hernández a Caracol Radio en diciembre de 2021.
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