Solo pasaron dos días desde el lanzamiento de ‘Juanpis González: la serie’ cuando Alejandro Riaño recibió la noticia: la historia ocupaba el primer puesto en tendencias de las producciones más vistas en Netflix (Colombia). Con apenas 48 horas de estrenado, el relato del ‘odioso’ personaje, como lo dice su mismo creador, ya había rebasado las expectativas del comediante y actor pues, según él, el éxito masivo no era algo que estuviera en sus planes. Lo tomó por sorpresa, y así prefiere él que sean las cosas. Las cifras no lo trasnochan, pero sí la idea de enviar mensajes que sean poderosos y contundentes.
En la tarde del pasado 25 de enero, Infobae tuvo la oportunidad de hablar con Alejandro en el teatro.co, ubicado en el centro comercial Santa Fé de Bogotá. En ese espacio, Riaño pasa gran parte de sus días. Allí, en las noches, suele presentar en vivo el show de comedia de Juanpis, un hombre proveniente de una familia acomodada de la capital del país que, por lo mismo, por sus privilegios, vive cegado frente a la realidad que lo rodea. Su burbuja, y sus lentes oscuros, solo le permiten ver lo que él quiere y entender la vida de la misma manera en la que lo han hecho sus millonarios y poderosos ancestros durante años.
Aunque es tan solo la ropa y el peinado lo que diferencia a Alejandro de Juanpis, solo basta de unos segundos para que Riaño modifique por completo su voz y su forma de tratar a la gente para convertiste en el bogotano ‘gomelo’, grosero e imprudente que es González Pombo. Genera incomodidad y risas, justo lo que Riaño buscaba al crear a este personaje, un ser ‘despreciable’ que representara varias de las cosas más negativas de la sociedad colombiana a partir del humor. ‘Juanpis: la serie’, por supuesto, no se aleja de ese objetivo principal.
“Sabíamos que de alguna manera iba a generar mucha incomodidad, es una manera de blindarnos el hecho de decir: ‘no lo tomen personal, pero esto es lo que está pasando’. Es como yo lo veo, es mi crítica. El humor es una herramienta que durante cientos de años siempre ha hablado desde ahí. Siempre ha hecho reír para reflexionar. Desde cuaquier tema, desde lo banal o lo que sea. Es una herramienta poderosa, y hay que saber usarla”, inició diciendo Riaño en su entrevista con Infobae.
Juanpis es una parodia, es una representación llevada a la comedia de lo que, considera Alejandro, son algunas personas en el país. Es la imagen viva de quienes, cuenta Riaño, gozan de múltiples beneficios y no tienen sentimientos de empatía por quienes no están en su mismo panorama. Juanpis es machista, racista, xenófobo, clasista.”Es lo que han vivido. Simplemente no le ponen mucha atención y no les interesa. Es lo que vemos en muchas personas y en muchos hijos de ciertos senadores o senadoras. Salen hablando de temas que desconocen, pero a veces ni los culpo. Crecieron en eso, es lo que han vivido, no espero más de personas así”, declaró.
“Juanpis es el resultado de muchas generaciones que han hecho lo que han querido con nuestro país, lo han saqueado, lo han desangrado, y aún así tenemos un país maravilloso. Imagínate, todo lo que han robado y aquí seguimos”, añadió.
La serie, además de contar con gran popularidad, ha recibido decenas de críticas, no solo por el personaje de Juanpis, sino también por la decisión de Riaño de traer a la escena a polémicos personajes como Abelardo de la Espriella y Armando Benedetti. Además de manifestarle que Juanpis ‘ya no es chistoso’, le han dicho que es ilógico que invite a los personajes que critica abiertamente a participar de la producción. Para Alejandro, no se trata de eso, por el contrario, es una forma de mostrar cómo, a pesar de las abismales diferencias ideológicas, se pudo sentar con ellos para planear la grabación de un par de capítulos.
Según contó, ya tenía a un actor opcionado para interpretrar al polémico De la Espriella, por ejemplo, pero pensó en llamarlo y preguntarle directamente a él para ver si quería participar. Sin sospechar de una respuesta positiva, el abogado dijo que sí, y se dio vida a sí mismo en la serie. Abelardo interpreta a un abogado que trata de sacar de un grave problema mediático a Juanpis.
“En parte, por lo que aceptaron estar, fue para poder dialogar, el poder estar en un lugar en dónde no toque matarnos, hablando de arte desde diferentes posiciones y maneras de pensar. Tenemos puntos totalmente distintos, maneras completamente distintas de pensar, pero nos respetamos, y creo que eso es lo más importante. Es un ejemplo que deberían tomar muchas personas. No es ir a matarnos, a pelear, no es ir desde la violencia. Es ir a dialogar y a solucionar los problemas”, argumentó Riaño en su charla con Infobae.
Para Alejandro no hay ninguna intención de hacerlos más ‘famosos’ en la conversación pública, pues la popularidad ya la tienen, la verdadera razón de la invitación, además de la ya mencionada, era ser transgresor y poner en evidencia situaciones que ha vivido el país con ayuda de los diálogos que compartió en las escenas que hizo con ellos. Explicó que es importante leer entre líneas, y no quedarse con lo superficial de haber invitado a esas dos personalidades a actuar en la serie.
Lastimosamente, dice Riaño, la única razón que verdaderamente une a los colombianos es el fútbol. “Es el único momento en el que podemos estar sin pelear. Por eso ha sido tan importante en nuestro país el fútbol. Nos debería unir otro tipo de cosas: las causas, las regiones, la gastronomía, la gente, la raza, la bandera, la defensa de la vida. Nos une lo trabajadores que somos, lo guerreros, el colombiano es alguien que no se deja morir, eso demuestra el ranking en el que está el país, y es que somos el país más feliz del mundo. Gente que a pesar de todo lo que ha sufrido aún sigue viendo una luz al final”, detalló.
Hacía el final de la entrevista con Infobae, y luego de caracterizarse como Juanpis para bromear con algunos de los periodistas que esperaban su turno para hablar con él, Alejandro le confesó a Infobae que, a pesar de su constante lucha, no se siente positivo respecto al futuro del país. Le preocupan seriamente las elecciones de este año, y las jugadas políticas que rondarán los comicios.
“Estoy negativo, la verdad. No veo a nadie que me llene, que me genere esperanza, que me convenza, que tenga realmente buenas intenciones. Lo que veo es una lucha de poder muy berraca, de un lado y del otro. Del centro también. Veo que esta será de las contiendas más incendiarias de la historia de Colombia. No hay un líder. Creo que aquí no debe haber una persona que asuma el poder, sino que sea un líder. Alguien que saque esto adelante”, finalizó su charla con este portal.
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