La guerra que se vive en el departamento de Arauca y zonas fronterizas con Venezuela se viene agravando en las últimas semanas. Diferentes grupos armados están en busca del control territorial y para ganarlo están dispuestos a comenzar una cruda guerra. Así lo evidenció un comunicado que publicaron las disidencias de las Farc.
La misiva la reveló Semana y en ella el grupo armado que no se sometió al Acuerdo Final de Paz con el Estado colombiano en 2016 y está comandado por Botache Santillana, alias Gentil Duarte, y Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, lanzaron una advertencia al ELN y a la Segunda Marquetalia que comanda Iván Márquez desde Venezuela.
“Le pedimos a las masas, dirigentes, y militantes del ELN a que hagan a un lado sus apetitos en esta guerra que ya les pisa los talones a los que la han utilizado y usufructuado”, dicen las disidencias.
Aseguran que existe una alianza entre el ELN y los guerrilleros de la Segunda Marquetalia con bandas del narcotráfico y el Ejército colombiano. “Utilizando los métodos, los estilos del paramilitarismo, del terrorismo de Estado, pretendiendo aniquilar las fuerzas revolucionarias, lo que no pudieron con los acuerdos, las purgas internas, lo pretenden lograr encapuchados masacrando a la población”, se lee en el comunicado.
Dice la guerrilla de Duarte que los de la Segunda Marquetalia y los miembros del partido Comunes, “deben cargar a sus espaldas la responsabilidad de sus fracasos, primero como negociadores de un acuerdo que ellos crearon de la mano y complaciendo a la oligarquía colombiana, entregando a la rendición el proceso insurreccional”.
Afirman las disidencias que el ELN también perdió el horizonte revolucionario, “sus acuerdos con la ultraderecha paramilitar, los mafiosos, sus métodos, estilos y la forma de operar, su lenguaje reducido al marketing mediático de las redes sociales, sin fundamento, sin postura ideológica, sin debate político”.
En la misiva advierte a los mandos y combatientes, bases sociales y militantes del ELN, de los Marquetalianos “a no empuñar las armas contra el pueblo, a insubordinarse frente a las órdenes criminales”. Aseguran que estarán firmes en esa guerra que se disputa en Arauca y el Estado de Apure en Venezuela.
Según Camilo González, director de Indepaz, que hace monitoreo sobre lo que pasa en el departamento, “el problema es de fondo, las soluciones no deben plantearse en las recompensas ni el aumento de pie de fuerza, se trata de trabajar con la gente y bajar las tensiones en las zonas de frontera”.
“La militarización es un hecho desde hace tiempo. Pero mientras en un municipio está el presidente realizando un consejo de seguridad, en las veredas aledañas hay patrullas de los grupos armados imponiendo su orden”, concluyó.
Esa militarización consiste en la llegada de dos dos batallones del Ejército al departamento de Arauca con el objetivo de atender los problemas de orden público. Según el ministro Diego Molano, los dos batallones y el refuerzo militar tiene directrices que señalan: fortalecer pie de fuerza con 600 soldados, aumentar recompensas contra cabecillas de los grupos armados que actúan en la zona. Mantener 300 soldados en vías y carreteras.
Las comunidades y diversas organizaciones del nororiente de Colombia han salido a marchar pidiendo el cese de hostilidades entre los actores armados y también han formulado propuestas para la transformación del conflicto en la zona. Entre ellas solicitan: urgente atención humanitaria a las familias que han sido victimizadas con asesinatos, desapariciones y reclutamientos forzados.
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