Tanto en Estados Unidos, como en Colombia, los sistemas judiciales avanzan en las investigaciones en el caso del empresario Alex Saab, presunto testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro. Este 25 de enero se conoció que en el país del sindicado, los procesos dejarán por fuera a sus hermanos Amir Luis Saab Morán y Luis Alberto Saab Morán, y a su exesposa Cynthia Eugenia Certaín, quienes tenían casos abiertos por presuntamente colaborar con su pariente. También se cerró, por muerte, la investigación contra uno de sus contadores.
El proceso contra Saab sí continuará en Colombia por lavado de activos. Se indicó que este es llevado por un juez especializado de Barranquilla y ya está en la etapa de juicio. Actualmente, la Fiscalía General de la Nación avanza en la presentación de evidencias, que en su mayoría son documentales. Una vez el ente acusador las exponga, la defensa tendrá un espacio.
Mientras ambas partes consolidan sus casos, se espera que se asigne una judicatura para realizar una nueva diligencia. Por lo pronto, lo más seguro es que se realice en junio.
La Fiscalía abrió de nuevo la investigación contra Saab después de la decisión que tomó el Congreso de Ecuador en la que determinó que el colombiano habría participado en hechos de corrupción entre ese país y Venezuela. De hecho, el parlamento ecuatoriano solicitó que no solo en el territorio colombiano y estadounidense se indaguen las actuaciones ilegales de Saab, sino que también participen las fiscalías de Venezuela, Ecuador y Panamá.
Dentro del material probatorio que los congresistas del país vecino entregaron contra Saab, se evidencia que la empresa FOGLOCONS, creada en Colombia y que ha llevado sus sedes al territorio ecuatoriano, habría servido para que el criminal realizara transacciones y operaciones falsas a países como Holanda y Estados Unidos.
En ese sentido, Saab habría utilizado al sistema de compensación de los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA) para lavar dinero a través del pago por exportaciones ficticias o subvaloradas entre Ecuador y Venezuela. Además, dice el informe, el supuesto alfil de Maduro habría lavado dinero durante el gobierno de Rafael Correa, quien fue sentenciado por actos de corrupción y está prófugo.
El Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), conocido como la moneda virtual del ALBA, es un mecanismo monetario que tenía como propósito la canalización de pagos internacionales resultantes de las operaciones de comercio recíproco entre sus países miembros: Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. El sistema, creado en el ALBA, se basa en la utilización de una moneda virtual para el registro de las operaciones exclusivamente entre los bancos centrales, en tanto que la liquidación local –pagos a exportadores y cobros a importadores– se efectúa con las respectivas monedas nacionales de los países miembros.
La trama de corrupción de Saab habría ayudado a lavar USD 2.000 millones entre los gobiernos de Hugo Chávez y Rafael Correa. El sistema habría funcionado así, según el portal Periodismo de Investigación, el dinero que entraba al Banco Central de Venezuela como pago a los exportadores ecuatorianos se transformaba en “Sucres” multiplicando exponencialmente el valor original en dólares. Luego esos “sucres” eran transferidos sin supervisión internacional al Banco Central del Ecuador que los transformaba nuevamente en dólares. Después de esa conversión, el Banco Central del Ecuador depositaba el dinero en las cuentas de los exportadores, quienes enviaban contenedores vacíos a Venezuela y repartían el dinero entre los funcionarios involucrados en operaciones con paraísos fiscales.
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