La colombiana Juliana Cayena Bonilla Herrera fue asesinada en su casa en Nueva Zelanda en la noche del pasado sábado, víctima de un extraño crimen. Este martes, en medio de la investigación, fue arrestado por las autoridades un hombre presuntamente vinculado al homicidio.
Según informó Stuff, principal periódico de Christchurch, la ciudad donde vivía Juliana Bonilla, las autoridades dieron captura a un hombre de 35 años quien será acusado del homicidio, ocurrido en Grove Road, Addington.
El sujeto, al parecer, era vecino de Bonilla Herrera y la policía había inspeccionado su vivienda en los últimos días en medio de la investigación por el homicidio, que empezó desde el pasado sábado cuando la colombiana fue hallada sin vida en su vivienda.
El periódico The New Zeland Herald informó que el hombre deberá comparecer ante el Tribunal de Distrito de Christchurch este 26 de enero. El detective inspector Scott Anderson contestó que la policía, por el momento, no busca a ningún sospechoso más.
Así mismo, las autoridades agradecieron a la comunidad y demás vecinos de Bonilla Herrera por su colaboración en la investigación para lograr el resultado que, esperan, genere alivio en la familia de la víctima. Sin embargo, la investigación debe continuar.
Juliana Cayena Bonilla tenía 37 años de edad y llevaba 10 años viviendo en ese país, se había trasladado recientemente a la ciudad costera de Christchurch, donde fue hallada muerta por las autoridades tras las sospechas de sus amigos por notar su ausencia.
Las autoridades locales encontraron el cuerpo sin vida de Bonilla el pasado sábado 22 de enero, después de que los amigos de la colombiana dieran aviso de su desaparición. Las personas que eran cercanas a ella afirmaron que no llegó a una cita para realizar actividad física, por lo que decidieron llamar a la Policía.
A su vez, medios locales informaron que varios habitantes del sector reportaron “movimientos extraños” en la casa de la colombiana. Oriana Perkinson, expareja de la víctima, comentó que sus allegados intentaron localizarla desde la mañana, pero no les fue posible; al ir a su casa, “vieron que las luces estaban encendidas, que el auto estaba allí y encontraron todo sospechoso, entonces llamaron a la policía”.
Cuando las autoridades ingresaron, encontraron el cuerpo de la mujer, según Stuff, aparentemente víctima de un ataque extremadamente violento, con heridas de armas blancas, pero los habitantes de la zona no escucharon nada.
Según el diario El Tiempo, las indagaciones también se centraron en si una cuenta de Facebook, que registró movimientos después del crimen, realmente pertenece o no a la colombiana. A su vez, se están rastreando a las personas con las que Juliana Bonilla tuvo contacto en sus redes en las últimas 24 horas antes de su muerte, especialmente aquellas que residen en Nueva Zelanda.
Por otro lado, el diario realizó una investigación para hallar información relacionada con la vida de Bonilla antes de llegar a Nueva Zelanda: “la colombiana era oriunda del departamento del Meta. Su papá, ya fallecido, fue docente en Villavicencio”, estableció El Tiempo.
Por su parte, el detective Scott Anderson, de la Policía de Christchurch, aseguró que ya se realizó la necropsia y que, “los resultados de esta ayudarán a esclarecer el crimen”.
La autoridades locales emitieron un comunicado de prensa sobre la situación. “Los familiares de Juliana en Colombia han sido notificados y están siendo apoyados por la Policía de Nueva Zelanda y Apoyo a las Víctimas”, se lee en el documento. A su vez, extendieron sus condolencias “a los seres queridos de Juliana en Nueva Zelanda y Colombia en este triste momento”, agregaron.
Es importante mencionar que, según los registros locales, en lo que va de 2022, en el país han muerto cinco personas en circunstancias sospechosas. Entre esas víctimas se encuentra la colombiana.
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