Hace un año se registró la masacre de cinco jóvenes en la vereda Cerro Rico del corregimiento de Chambimbal, municipio de Buga, en el Valle del Cauca.
De acuerdo con El Tiempo, los jóvenes identificados como Valentina Arias, Juan Pablo Marín, Sara García, Nicolás Suárez y Jacobo Pérez; llegaron a la finca de Wilson Alberto Pérez Murillo uno de los padre que perdió a su hijo, a las 7 de la noche del sábado 23 de enero para, según su relato a la Fiscalía, departir en Familia.
Alrededor de las 2:00 a.m. tres hombres con armas de fuego preguntaron por el hijo de Murillo, pues al parecer, pretendían secuestrar al muchacho o atentar contra su vida. Los hombres entraron hasta la propiedad y encontraron a las víctimas en un jacuzzi, y ahí mismo les dispararon, todos fueron alcanzados por las Balas, cuatro murieron en lugar, un quintó llegó muy mal herido al hospital, para fallecer horas después.
Los hechos conmocionaron al país, pues los cinco jóvenes asesinados no tenían más de 18 años, incluso, uno de ellos tenía tan solo 17 años y no tenían ningún tipo de amenaza ni relación con grupos armados. Pese a que el crimen tuvo un gran impacto mediático y las autoridades en su momento anunciaron hasta recompensa para esclarecer los sucedido, 365 días después las familias afectadas denuncian que no han recibido respuesta de parte de las autoridades, por lo que este 24 de enero marcharán entre la alcaldía y la sede del ente investigador.
Gabriela, madre de Juan Pablo, contó a RCN Radio que el proceso que viven en casa ha sido muy difícil. “Mucho dolor al ver tanta injusticia… no es fácil, se cree que con el tiempo va a ser mejor y pasan los días y el dolor es cada día más fuerte”.
El sentimiento de Carlos Arias, padre de Valentina de 17 años es similar, pues reiteran que se arrepienten de permitir que su hija fuera a la reunión y anotan que vive la injusticia que se ve a diario en el país. “Es muy triste que esto se vaya a olvidar y que todos los días ocurren cosas similares en Colombia y no pasa nada”, puntualizó.
Además, los familiares de los jóvenes contaron que lo único que se han enterado del proceso ha sido por medio de los medio de comunicación no por una aviso directo de las autoridades.
Recordemos que el Observatorio de Derechos Humanos y Conflictividades, del Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), reportó 96 masacres en el 2021 y uno de estas fue la de los cinco jóvenes.
Los principales afectados fueron los líderes sociales y ambientales en diferentes territorios del país. De hecho, Indepaz reseña 335 ciudadanos asesinados, que murieron en hechos violentos donde, según el instituto de paz, estaban en estado de indefensión. Algunos de los hechos que comparten los occisos, en varias de las masacres, es que murieron al mismo tiempo, en manos de uno o varios agresores armados.
Según la organización, el departamento con mayor número de masacres perpetradas durante este año es Cauca con 14, que dejaron 46 víctimas, seguido de Antioquia con 14 masacres y 52 asesinados; Valle del Cauca con 12 y 47 muertos, y Nariño con nueve masacres y 36 asesinatos.
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