Se cumplen 28 de la masacre de La Chinita en Urabá, estos han sido los procesos de reparación

Urabá fue una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado, la violencia sistemática y la ocurrencia de sucesivas masacres a finales de los años 80 y durante buena parte de los años 90

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Se cumplen 28 de la masacre de La Chinita en Urabá ¿En qué ha avanzado este proceso de reparación? (Colprensa - Sofía Toscano)
Se cumplen 28 de la masacre de La Chinita en Urabá ¿En qué ha avanzado este proceso de reparación? (Colprensa - Sofía Toscano)

“En el Barrio Obrero (La Chinita) en el municipio de Apartadó, nos encontramos con un episodio doloroso que marcó nuestro camino, fue apagada la luz de vida de nuestros seres queridos. El dolor ha permitido que como víctimas nos unamos como hermanos y hermanas, para mantener viva la memoria de lo ocurrido”, fueron las declaraciones de las víctimas de uno de los casos de violaciones más graves sucedidas contra la población civil en el contexto del conflicto armado colombiano.

Según el Centro de Memora Histórica, sólo entre 1986 y 1996 ocurrieron alrededor de 60 masacres y se prolongaron en el tiempo los más altos niveles de desplazamiento forzado, de homicidios y de desapariciones, en medio de un escenario de reconfiguración del conflicto armado que incluyó la afectación al proceso de paz firmado entre el Gobierno y el Ejército Popular de Liberación (EPL).

Este año se cumplen 28 años desde la masacre y luego de dos años desde que los victimarios pidieron perdón y se firmó un compromiso con el Gobierno y las Farc para reparar a las víctimas, así avanza este plan con las familias de quienes fueron asesinados y la población en general.

Según la Unidad Para las Víctimas se ha avanzado en el cumplimento del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), iniciado en el 2013 en el hoy conocido Parque Sendero de la Reparación Colectiva, una de las obras de infraestructura que ha logrado consolidar este sujeto de reparación colectiva, con apoyo de la alcaldía municipal, la corporación Rosalba Zapata y la Unidad para las Víctimas.

El 31 de mayo de ese mismo año, en el marco de un acto simbólico realizado en este lugar emblemático se sentaron las primeras bases del PIRC: se fijó la primera placa de compromiso con la colectividad y se firmó el acta de voluntariedad para adelantar el Programa de Reparación Colectiva, estableciéndose acuerdos entre la Unidad, la comunidad y la Alcaldía de Apartadó, entre otras entidades del orden territorial.

Se cumplen 28 de la masacre de La Chinita en Urabá ¿En qué ha avanzado este proceso de reparación? Foto de archivo de El Espectador
Se cumplen 28 de la masacre de La Chinita en Urabá ¿En qué ha avanzado este proceso de reparación? Foto de archivo de El Espectador

A la fecha, la Unidad para las Víctimas ha realizado una inversión en el proceso de reparación colectiva que supera los $$158.807.026. Gracias a este proceso en La Chinita se han materializado proyectos de infraestructura para el barrio, como el parque Sendero de la Reparación Colectiva, la adecuación y dotación de la caseta comunal, entre otros proyectos, además de los que se encuentran en desarrollo, tal es el caso de la creación de un centro de social comunitario para proyectos productivos, adecuar el centro del adulto mayor en el barrio Obrero y la caseta de la memoria, un espacio que abarcará los relatos históricos de esta y otras masacres emblemáticas ocurridas en la subregión.

Ciro Abadía, del comité de impulso de La Chinita, reconoce los aportes de la reparación colectiva en el fortalecimiento a los lideres y clubes juveniles, en la resignificación del barrio, aspecto en el que aportó la estrategia psicosocial Entrelazando, la cual culminó en el 2021, sin embargo, reconoce que aún hay acciones pendientes por implementar dentro del PIRC.

“Entrelazando sigue su curso, la Unidad culminó la medida, pero nosotros queremos continuar con su implementación, ya que es una de las más importantes dentro del colectivo porque tiene que seguir acercando a la comunidad, entonces no la podemos cerrar. Hay que seguir trabajando, en conjunto con la Junta de Acción Comunal, la parte psicosocial y retomar el trabajo con los muchachos de los clubes juveniles, lograr la activación y fortalecimiento de la emisora virtual y otros proyectos que quedaron a media marcha, por lo que hay que seguir buscando estrategias para poder lograr que se pueda dinamizar el proceso”, afirmó Ciro.

Una iniciativa de memoria histórica:

Las representantes de las víctimas han trabajado en diferentes actividades de reconstrucción de memoria histórica como parte de la investigación del caso emblemático de La Chinita, que se viene realizando conjuntamente por parte de la Fundación Cultura Democrática (Fucude) y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

La masacre de La Chinita está considerada dentro de los graves casos de violaciones sucedidas contra la población civil en el contexto del conflicto armado colombiano. El CNMH avanza en la reconstrucción del caso en aras de contribuir a esclarecer los hechos en búsqueda de la verdad y de la memoria histórica como parte de los esfuerzos por la reparación a las víctimas.

El proceso de reconstrucción de la memoria, y de apoyo a las víctimas, empezó hace ocho años, cuando un grupo de investigadores de la Fundación Cultura Democrática (Fucude) llegó al barrio e inició una labor de acompañamiento y de recepción de testimonios, en actuación coordinada con el entonces Grupo de Memoria Histórica, antecedente del actual CNMH.

Urabá fue una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado, la violencia sistemática y la ocurrencia de sucesivas masacres a finales de los años 80 y durante buena parte de los años 90. Como lo refiere el informe Basta Ya y otras investigaciones, y tal como lo empiezan a establecer actuaciones de la justicia interna e internacional, existieron responsabilidades que comprometen a los distintos grupos armados en tal situación, quienes ocasionaron una dramática y extendida crisis humanitaria en la región.

Mientras buena parte de sus exintegrantes terminaron en condición de víctimas otros fueron asimilados a grupos armados ilegales e, inclusive a los grupos paramilitares los cuales cobraron particular fuerza y hegemonía en esta región en los años 90. En tal situación en Urabá se vivió en los primeros años de esa década una acción que involucró de una u otra forma a todos los actores armados, de forma que se produjo el exterminio recíproco de los entornos sociales y políticos más representativos: los movimientos políticos Unión Patriótica y Esperanza, Paz y Libertad, y el sindicato de trabajadores bananeros Sintrainagro.

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