Más allá del gusto que tenía Fidel Castro por los intelectuales y a Gabriel García Márquez por el poder que infundía el líder de la revolución cubana, además de su discurso, a ambos los unió la literatura. Se llevó a cabo con tanta reciprocidad esta fascinación, que todos los derechos de Crónica de una muerte anunciada fueron cedidos al gobierno de la isla de acuerdo con información recogida de un documento de la agencia de espionaje mexicana que data del 17 de marzo de 1982.
Este y otros documentos desclasificados del ‘Expediente gabo’ fueron revelados por el diario El País este domingo y que dan cuenta de un extenso seguimiento que le hicieron al nobel de literatura. De hecho, en el documento que expresa la entrega de los derechos a Cuba de la obra centrada en la tragedia de Santiago Nasar, el informante de la época prescribió que “Gabriel García Márquez, además de ser procubano y soviético, es un agente de propaganda al servicio de la Dirección de Inteligencia de ese país”, señal de alarma para la Dirección Federal de Seguridad -DFS-.
Dicho expediente sobre Gabo fue abierto a finales de los años sesenta, cuando terminó de fijar su residencia en México, hasta 1985, año en que fue clausurada la agencia de espionaje tras aparentes aperturas democráticas del PRI, cuyo régimen duró más de 70 años.
Vale mencionar que, sumado a la persecución en México, que por aquella época mantuvo un discurso ‘amigable’ con la población migrante de puertas para afuera, en Colombia, la situación del nacido en Aracataca no era distinta; incluso fue peor: el estatuto de seguridad implementado en el país por el presidente Julio César Turbay Ayala acusó a García Márquez de financiar al movimiento M-19, razón por la que debió solicitar asilo en tierras centroamericanas.
Le puede interesar: La verdadera historia de la noticia sobre la hija de García Márquez: patriarcado, secretos y millones
Los informes que conforman el archivo de Gabo se cuentan por cientos, y datan desde seguimientos al colombiano en eventos públicos, como rastreos a su casa y fotos de la puerta de entrada, así como un completo despliegue sobre sus vuelos hechos a Cuba desde 1975, época en que la relación amistosa con Castro toma un segundo aire.
¿Hubo desencuentros entre ambas figuras? Sí, y la primera tuvo su origen en el propio García Márquez al ver que Prensa Latina, agencia fundada por él mismo, pasó a manos del Partido Comunista; eso, sumado a la entrega del régimen a Moscú, terminaron por congelar la amistad entre ambos. Hay que tener en cuenta también que ya varios escritores del Boom latinoamericano ya habían mostrado su disgusto con la dictadura y Mario Vargas Llosa fue el principal ejemplo.
Lo que volvió a acerar al colombiano con el castrismo fue, justamente, otra revuelta política que sacudió la región: el golpe militar de 1973 contra Salvador Allende y el posterior ascenso de Augusto Pinochet que supuso una de las dictaduras más sangrientas de América Latina. Dicho acontecimiento sirvió como detonante para la creación de la Revista Alternativa (1974), donde volvería al periodismo militante, de acuerdo con Jaime Abello, director de la Fundación Gabo y amigo del escritor.
Fue ahí cuando el ‘Archivo Gabo’ se robusteció, y además de documentar los viajes hechos a la isla, señala también posibles apoyos a los sandinistas en Nicaragua a veces de manera anónima. También, dejaron registro de un encuentro con el filósofo francés, Régis Debray, quien fue muy cercano al ‘Che’ Guevara.
Le puede interesar: Gabriel García Márquez tenía 63 años cuando nació Indira Cato, su hija recientemente conocida
Uno de los documentos revelados por El País, con fecha de abril de 1980, señala que “El día de hoy, a las 10.43 hrs arribó al aeropuerto internacional Benito Juárez, procedente de La Habana, Cuba, vía Mérida, Yucatán, el avión Turbo-Jet marca Antonov de fabricación soviética, (…) de la Cía. Cubana de Aviación. Este avión fue enviado a México a recoger especialmente a GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, escritor de nacionalidad (…) por instrucciones personales de FIDEL CASTRO CRUZ, para que este se presente en los festejos del 1° de mayo en La Habana, Cuba.
Otro elemento a tener en cuenta en los archivos desclasificados es que en muchos de ellos se menciona a Estados Unidos, lo cual tendría relación directa con la fundación de la CIA y la agencia mexicana de espionaje, ambas fundadas en 1947 y sobre las cuales había una estrecha relación de ‘cooperación’.
Incluso, otro archivo del expediente manuscribe la entrega del Nobel de literatura al colombiano, el 21 de octubre de 1981. Días después, el magdalenense recibió la Orden del Águila Azteca de manos del gobierno de México, que estaba encabezado por el presidente José López Portillo, el mismo que, mientras recibía a los migrantes que llegaban a ese país como refugiados políticos, espiaba a exiliados como García Márquez y permitía, al mismo tiempo, la represión.
SEGUIR LEYENDO