El ecoturismo es uno de los sectores de la industria de los viajes que ha venido posicionándose en el país los últimos años. Y es que al ser Colombia el segundo país más biodiverso del mundo, son numerosos y únicos los parajes naturales que son posibles visitar en armonía con la naturaleza y respeto hacia ella.
De hecho, la prestigiosa revista Conde Nast Traveler explicó en una publicación reciente por qué Colombia está emergiendo como el próximo gran punto de acceso al ecoturismo. Destacando la enorme riqueza en fauna y flora, mencionó el liderazgo incuestionable del país en avistamiento de aves, coronándose campeón mundial de observación de aves cuatro años seguidos, alcanzando a registrar hasta 1.288 especies diferentes de aves reconocidas en un solo día en la edición del concurso Global Big Day de 2020.
Además, señaló que el número de visitantes ha venido creciendo en los últimos años, incluido un récord de 4,5 millones en 2019. “Pero a diferencia de otros lugares que se perciben explotados por el turismo excesivo, Colombia está haciendo esfuerzos conscientes para moverse en la dirección opuesta al construir Experiencias auténticas e infraestructura turística sostenible y ecológica”, destacó la publicación.
Uno de esos esfuerzos es el programa de Riqueza Natural desarrollado por el Gobierno nacional en asociación con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que busca comprometerse oficialmente a proteger la biodiversidad de Colombia a través del ecoturismo sostenible.
Entre las acciones que se han hecho con USAID se encuentra el Manual de Capacitación en Orientación de la Naturaleza, que se basa en la ciencia del patrimonio biológico de Colombia y está dirigido a los guías turísticos locales, intérpretes y entusiastas de las actividades al aire libre.
“El amplio compromiso de Colombia con el ecoturismo tiene un valor inmenso y sus increíbles beneficios se pueden ver en todo el país”, resaltó la publicación y en ese sentido, dio a conocer cinco experiencias auténticas en el país, que lo harán darse cuenta “por qué todas las maravillas naturales y culturales únicas de Colombia deben ser preservadas y protegidas a toda costa”. En Infobae se las presentamos a continuación:
Guaviare: descubrir sus hallazgos arqueológicos y ríos arcoíris
El departamento se ubica en la cuenca del Amazonas y alberga joyas arqueológicas, como las pinturas rupestres dejadas por los indígenas hace más de mil años. Se trata de los petroglifos que se encuentran en las paredes de las cuevas de Cerro Azul y Nuevo Tolima, “que representan vívidas escenas de la jungla, personajes humanos detallados y figuras de animales”.
En el territorio también es posible visitar otros destinos naturales como el Caño Lajas, “un río con los colores del arcoíris que fluye a través de algunos de los suelos más antiguos de la tierra” en las estribaciones de la serranía de La Lindosa.
Vivir una aventura vaquera en Casanare
Para los amantes de la vida silvestre, Casanare, en los Llanos Orientales, es un destino soñado. “Uno de los mejores lugares para observar la increíble vida salvaje de la región es La Aurora, el santuario de animales de propiedad privada más grande del país y hábitat natural de cientos de especies de aves, caimanes, osos hormigueros, carpinchos y güío, un pariente de la anaconda”.
En el departamento también es posible disfrutar experiencias que permiten descubrir la vida de los vaqueros que recorren estas llanuras.
Hacer agroturismo a través del corazón del café
En el Eje Cafetero o Triángulo del Café, denominado por la UNESCO como el Paisaje Cultural Cafetero Patrimonio de la Humanidad, brinda experiencias como bañarse en aguas termales, visitar hermosos jardines botánicos y recorrer plantaciones de café ubicadas contra las ondulantes estribaciones andinas.
Avistar ballenas en la costa del Pacífico
Cada año las ballenas jorobadas llegan a las aguas del país después de recorrer 6,000 millas desde la Antártida. De julio a noviembre nadan en la costa del Pacífico, donde se aparean y dan a luz a sus crías antes de regresar al sur para pasar el invierno.
“A menudo, puede observar las ballenas desde la costa con un par de binoculares, o incluso acercarse con un recorrido en bote certificado sostenible que parte del Parque Nacional Natural Gorgona, la Bahía de Málaga y Nuquí”, describe la revista.
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