Este sábado el presidente Iván Duque anunció que ya se encuentra realizando gestiones para que en Barranquilla se lleve a cabo el diseño y elaboración de una pista en las calles de la ciudad, que permita traer por primera vez el Campeonato Mundial de Fórmula 1 a Colombia.
De acuerdo con Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, su administración se ha reunido con Liberty Media, dueña de los derechos y administradora de la Fórmula 1, para iniciar las gestiones que permitan un Gran Premio de la máxima categoría del automovilismo mundial en la ‘Arenosa’.
En medio del anuncio, Pumarejo explicó que a un gran premio asisten 320.000 personas en promedio en el fin de semana de competencias. “Hay 22 ciudades en el mundo que pueden decir que tienen un circuito de la Fórmula 1. Entran 60 mil turistas internacionales en un lapso promedio de 10 días. Eso es casi que duplicar el número de visitantes internacionales que vienen al Atlántico en tres días y en un solo evento. A esos circuitos asisten 320 mil espectadores en tres días; gastan en promedio 600 dólares al día y viajan desde más de 100 países”, aseguró.
Barranquilla mira a Miami
Hay que tener en cuenta que para que esto se logre se deberá realizar una gran inversión para la construcción de una sede de la Fórmula 1. Ahora, para entender un poco los costos de cuánto le costaría a la capital del Atlántico llevar a cabo dicha pista nos basaremos en el próximo Gran Premio que se realizará en Miami por primera vez el próximo 8 de mayo, en un circuito urbano a las afueras del Hard Rock Stadium.
Según información de la revista Forbes, la implementación del Gran Premio le costará a la ciudad alrededor de 971 millones de dólares por un contrato firmado a diez años. Es decir, casi cuatro billones de pesos colombianos. Esta cifra incluye los costos de llevar la F1 por 10 años, una cifra que incluye el precio neto de los derechos para realizar las 10 competencias más los gastos operativos de cada una de ellas.
De acuerdo con la revista económica, cada año de esos 10 tiene una tarifa diferente que las sedes deben pagar a la Fórmula 1. Es decir que durante el primer año se pagan 31.5 millones de dólares y la cifra irá aumentando hasta llegar a los 48.9 en el décimo año, por lo que solo por el derecho de recibir a la máxima categoría, la organización del Gran Premio de Miami pagará 396.2 millones de dólares (unos $1,6 billones).
Los gastos operativos, por cada circuito realizado, cuestan 57.5 millones de dólares al año (unos $228.000 millones) entre seguros, utensilios, barreras, gradas y staff. Al anualizar los costos, el monto total a la tasa de cambio vigente el 21 de enero de 2022 es de 3.857 billones de pesos, un monto cercano al total del presupuesto anual de Barranquilla, que fue de $4.16 billones para el 2022.
Cabe resaltar que, en el caso de Miami, gran parte de estos costos los subsidia Stephen Ross, dueño del Hard Rock Stadium en cuyos parqueaderos se correrá gran parte de la carrera. El circuito está subsidiado así por una organización deportiva que incluye a los Miami Dolphins de la NFL y a un estadio con conciertos y eventos deportivos multitudinarios, entre los que ha habido múltiples amistosos de la selección Colombia.
¿Se puede hacer una pista?
Una opción sería construir un autódromo permanente cerca de Barranquilla, pero los antecedentes económicos son aún más difíciles. Pistas incorporadas en los últimos 15 años a la categoría como Yas Marina, en Abu Dhabi, o el Circuito de las Américas, en Austin (Texas), han tenido un costo muy elevado de construcción. El circuito de Yas Marina tuvo un costo superior a 450 millones de dólares (1.8 billones de pesos), y el de Austin, unos 400 millones de dólares ($1.6 billones).
Aunque esto evitaría el costo del montaje del escenario, los 400 millones de dólares de derechos, y los gastos de seguros o logística, se mantienen. Grandes premios como el de México y el de Austria se corren gracias al apoyo de grandes magnates que subsidian la categoría: Carlos Slim en el caso de México y Dieter Mateschitz, dueño de Red Bull, en Austria.
En ciudades como Melbourne o Singapur, que tienen carreras de Fórmula 1, los gobiernos locales han entrado a subsidiar las pérdidas de los organizadores. Melbourne, en 2017, pagó 55 millones de dólares australianos (unos 157.000 millones de pesos a la tasa actual) para evitar perder el Gran Premio de Australia. Incluso países populosos como Alemania y Corea vieron cómo sus carreras se iban al no poder pagar las tasas que exige la Fórmula 1 para poner a circular sus 20 monoplazas, durante tres días, en sus circuitos o calles.
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