La Oficina de Asuntos Humanitarios (Ocha) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ) alertó este 20 de enero que ya van 1.531 desplazados por la crisis de violencia en Arauca. Las personas conforman un total de 428 familias y habitaban en los municipios de Arauca, Arauquita, Saravena y Tame. Además, se indicó que entre los afectados hay personas de nacionalidad venezolana.
“A 18 de enero se reportan un total de 428 familias desplazadas (1.531 personas aproximadamente). La Secretaría departamental de Desarrollo Social y de Equidad de Género identificó 21 familias venezolanas, que corresponden a un aproximado de 84 personas con necesidades de protección internacional como parte de las víctimas de desplazamiento, de las cuales 143 son de nacionalidad venezolanas y 5 son colombianas retornadas”, indicó la Ocha.
Se identifica que la población, tanto desplazada internamente como aquella con necesidades de protección internacional, está “autoalbergada” en asentamientos humanos informales de Arauquita. Las víctimas presentan necesidades de alimentación, elementos de aseo y atención psicosocial.
Lo peor de esta situación es que, según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, en los próximos días aumentará el número de desplazados. Incluso, si la crisis de seguridad se sigue agravando, no se descarta que se duplique la cifra de víctimas antes de que finalice enero. En este sentido, en el municipio de Tame es donde hay mayor riesgo.
“Se prevé la continuidad del desplazamiento, tanto de comunidades colombianas como venezolanas; de momento se alerta sobre el riesgo de un desplazamiento masivo de las comunidades de las veredas Corocito, Babaica, La Holanda y Caño Guarapo, ubicadas en el municipio de Tame”, dijo la Ocha.
La entidad internacional recordó que esta emergencia humanitaria se desarrolla en el contexto de la pandemia del covid-19, lo que implica riesgos adicionales. Señaló que hay mayor dificultad de acceso por parte de las instituciones y de organizaciones humanitarias hacia las comunidades, lo que impide o limita la respuesta integral y sostenible frente a las necesidades de la población.
Desde que inició el año los subversivos no han dado tregua en Arauca. Las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) completan tres semanas enfrentándose en el piedemonte araucano para así tomar por la fuerza el control del territorio.
Esta disputa inició desde hace años, pero se ha vuelto a agravar, Cada grupo busca acaparar el territorio y así quedarse con las rutas de narcotráfico. Arauca, al ser un departamento fronterizo, es una zona clave para poder sacar la droga del país.
Uno de los actos violentos más fuertes fue cometido hacia las 10:40 p. m. del 19 de enero, cuando se registró un atentado terrorista en Saravena. De acuerdo con la información preliminar, se registró una detonación en las inmediaciones de las sedes de organizaciones campesinas y defensoras de derechos humanos; afectó, además, algunos locales comerciales y viviendas. El hecho dejó un muerto y 20 heridos.
Por esta situación, las autoridades han vuelto a extremar los controles en la zona. Además de fortalecer el pie de fuerza en el departamento, empezará a regir un toque de queda en los municipios de Arauca, Arauquita, Fortul y Saravena, los más afectados por el conflicto.
Así mismo, se anunciaron más recompensas para quienes ayuden a capturar a los criminales. También se indicó que a largo plazo, bajo el liderazgo del Ministerio de Defensa, se activará un mecanismo antiterrorista y se fortalecerán las labores de inteligencia.
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