Mario Jonathan Palomino Salcedo se desempeñaba como profesor de agricultura del Colegio Monseñor Arcila de Carmen de Viboral y fue asesinado en una vereda de ese municipio con un disparo de arma de fuego, cuando se dirigía hacia su casa.
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, INDEPAZ, se trata del sexto líder asesinado en lo corrido de este 2022, debido a que acompañaba a la comunidad y formaba en defensa ambiental.
Mario Palomino tenía 35 años de edad y habría sido asesinado el pasado 17 de enero. Su cuerpo fue encontrado en horas de la noche por parte de las autoridades al lado de la carretera que conduce a la vereda Campo Alegre, en la zona alta del municipio.
Sobre las 9:30 de la noche, según narró una funcionaria de la Alcaldía Municipal, el cuadrante recibió una llamada de un cuerpo sin vida cerca de la vereda Campo Alegre, a donde asistió el cuadrante número 2. Pensaron que se trataba de un accidente de tránsito, por lo que se encontraba junto a su motocicleta.
Sin embargo, al verificar el cuerpo, encontraron que tenía un impacto con arma de fuego, un tiro de gracia en la cabeza. Según INDEPAZ, el docente habría sido interceptado y atacado por hombres armados, aunque permanece la investigación para determinar cómo ocurrieron los hechos.
Mario Palomino había salido a trabajar en el colegio Monseñor, como se desempañaba normalmente, según narró su compañera, y al parecer regresaba a su vivienda cuando fue abordado por los violentos que le causaron la muerte.
El alcalde del municipio John Fredy Quintero lideró al día siguiente un consejo extraordinario de seguridad como parte de las estrategias para investigar y esclarecer los hechos del homicidio del maestro, junto al CTI, el Grupo de Caballería Mecanizado, la Policía y el procurador provincial, para adelantar las investigaciones.
“Lamentamos estos hechos y manifestamos un rotundo rechazo a este tipo de actos violentos y agresivos en nuestra localidad. Este hecho enluta a nuestro municipio”, sostuvo la administración municipal.
La Mesa de Derechos Humanos del Oriente de Antioquia lamentó los hechos y señaló que los miembros de la comunidad reconocían a Mario Palomino como “un ser humano sencillo, amoroso, sensible con la naturaleza y los procesos humanos, su mayor felicidad era compartir su conocimiento por la naturaleza. Fue un hombre con carácter y lleno de amor por sus hijos”.
Incluso, en el parque principal, frente a la iglesia del municipio, se desarrolló un homenaje, con varios asistentes en un plantón pacífico. Ubicaron una fotografía de Palomino que rodearon con flores blancas y amarillas y escribieron en el suelo “profe Mario”, en reconocimiento al liderazgo y acompañamiento que realizaba el maestro.
De acuerdo con la mesa de derechos humanos, aún no se conocen los motivos y responsables del hecho, más cuando Palomino no tenía problemas. La única situación se presentó hace más de dos años cuando tuvo unos inconvenientes con unos vecinos, al parecer su establecieron denuncias por presuntos vínculos con organizaciones delincuenciales y hubo detenciones. Se cuestiona si esa pudo ser la causa del homicidio.
“El profesor Mario denunció a los grupos armados hace dos años, creyó en las autoridades, en las instituciones y el Estado, y hoy vemos cómo no hay garantías para que cualquier ciudadano realice denuncias ante las autoridades competentes”, aseguró la Mesa.
Sin embargo, sostienen que no se trata de un hecho aislado y lo atribuyen a la violencia que vive el oriente del departamento antioqueño. INDEPAZ señala que aunque no hay una aleta temprana específica para Carmen de Viboral, sí se cataloga a ese territorio como con alta incidencia de grupos armados. Los principales en la zona son Los Pachelly, Oficina del Valle de Aburrá y las AGC o Clan del Golfo.
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