Cuando la Fiscalía General de la Nación hizo el registro en la casa de La Calera donde fueron asesinados el peluquero Mauricio Leal y su madre, Marleny Hernández, encontraron un vaso vacío y una caja de zopiclona vacía, completamente limpia, sin sangre salpicada.
Asimismo, la necropsia del niño genio mostraba que en su interior había siete pastillas de la misma sustancia. De acuerdo con el fiscal del caso, Leal solo habría tomado una de esas pastillas por su propia voluntad, mientras que habría ingerido el resto mediante el uso de la fuerza.
Además, el representante del ente acusador fue incisivo al cuestionar si, bajo el efecto de una sola pastilla de zopiclona, Mauricio Leal habría sido capaz de ir hasta la cocina de su enorme casa y buscar el cuchillo con el que se habría acuchillado a sí mismo.
Según el forense Aníbal Navarro, en entrevista para Semana en diciembre pasado, afirmó que era muy extraño que este tipo de droga estuviera en la escena. “Este medicamento se suele utilizar en los casos de los famosos paseos millonarios, donde se lleva a la víctima a un estado muy relajado”, enfatizó el experto.
El forense consultado tiene razón. Cuando es vendida por fuera de los controles para dispensar medicamentos, la zopiclona es una sustancia utilizada en varias partes del mundo para cometer toda clase de crímenes.
¿Qué es la zopiclona?
La zopiclona es una medicina Z. Este es un grupo de medicamentos que se comportan de forma similar a las benzodiazepinas pero no están relacionadas de forma molecular. Es una sustancia hipnótica, formulada para ayudar a los pacientes con sus problemas para dormir, pero debe ser usada por periodos cortos para evitar el desarrollo de una dependencia. También es una opción de tratamiento para el manejo de convulsiones.
En las dosis adecuadas para un paciente con problemas para dormir, la zopiclona causa debilidad en todo el cuerpo, fallas en la postura y alteraciones de conciencia. Incluso, se han reportado caídas con rupturas de huesos o choques automovilísticos tras su uso con prescripción. Un trance de esas características dificultaría la búsqueda de un cuchillo en una habitación distinta.
La zopiclona se vende en presentación líquida y sólida. Está contraindicada para conductores y operadores de maquinaria porque los efectos en el sistema locomotor permanecen hasta después de despertar. “Los riesgos no siempre son más grandes que los beneficios, así que se prefieren otros tratamientos para eso”, asegura la psiquiatra Cecilia Uribe.
En Colombia, la zopiclona está incluida en el Plan Obligatorio de Salud en todas sus presentaciones. En teoría, es necesario presentar una fórmula médica para adquirirla en una farmacia. Sin embargo, la falta de regulación sobre los expendios de medicamentos y la cultura de la automedicación en Colombia hacen de este un medicamento de venta libre, que cualquiera puede comprar por 22 mil pesos colombianos.
Zopiclona y crímenes
El fiscal que acusó a Jhonier Leal, quien sabrá si será cobija con medida de aseguramiento en centro carcelario este miércoles 19 de enero, aseguró que los trazos de la carta de despedida de Mauricio Leal eran “insuficientes”. Es inusual ver trazos torpes en una persona que vive de su motricidad fina, como los estilistas.
El ente acusador concluyó que Jhonier Leal habría presionado a su hermano para ingerir todas las pastillas de zopiclona de la caja. Después, habría forcejeado con Mauricio Leal para que redactara la nota que fue hallada en la escena del crimen.
Los criminales usan la zopiclona como un instrumento para anular la voluntad de una víctima. Por eso, es un ingrediente común en abusos sexuales y hurtos bancarios o residenciales. Los ataques con esta sustancia son tristemente frecuentes en la vida nocturna porque sus efectos se acentúan con el alcohol.
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