Karen Váquiro y su esposo, Andrés Mayorquín, pidieron perdón al presidente Iván Duque y a María Paula Correa, la jefe de Gabinete, luego del escándalo por los millonarios contratos con el Estado que obtuvo la primera. A pesar de su disculpa, la pareja asevera que no cometió ninguna ilegalidad contractual. “No se ha robado un peso. Todo se ha formalizado y presentado conforme a la ley”, argumentó Váquiro en Blu Radio.
Durante entrevista con el diario El Tiempo se le cuestionó a la pareja el porqué de las disculpas ofrecidas, si al mismo tiempo afirmaba que no se había presentado ninguna irregularidad. Tal como lo había dicho Mayorquín ante los micrófonos de Blu Radio, el exfuncionario público aseguró que pedían perdón por la polémica que terminó involucrando a Iván Duque y a María Paula Correa.
“Quiero pedirle perdón al presidente, a la jefe de gabinete, a mi equipo de trabajo, a la gente que estuvo conmigo moliendo hombro a hombro por este país. Creo que por mi culpa el nombre de gente impoluta se pudo haber afectado”, dijo ante Blu Radio.
También se excusó con el alcalde de Cartagena, William Dau, quien había asegurado que Mayorquín le había enviado mensajes de WhatsApp para recomendar el trabajo de su esposa. Esta información fue negada por el exasesor de gabinete, pero aun así le dijo que, “no está mal equivocarse y pedir perdón, y le quiero pedir perdón al alcalde Dau si interpretó eso”.
El inicio de la polémica
El escándalo surgió después de que Blu Radio revelara que Karen Váquiro pasó de trabajar en un banco a obtener millonarios contratos con el Estado. La exfuncionaria aseguró que no sabía que estaba inhabilitada para ser contratada en Presidencia, teniendo en cuenta que su esposo era el asesor de la jefe de gabinete del presidente de la República.
“Desgraciadamente, pequé por inocencia, por desconocimiento de las leyes contractuales, específicamente que rigen al sector público. No tenía idea de que estaba inhabilitada para trabajar en el mismo lugar que mi esposo”, comentó en Blu Radio.
También enfatizó que los contratos que obtuvo no se los ganó por ser una “cara bonita” o por las supuestas recomendaciones. “Soy de las mujeres que siempre buscó estar adelante, no quedarme estancada. Si hay oportunidades, yo toco puertas, insisto. Ese es el gran secreto de todo esto”, agregó.
Después de que se conociera el escándalo, María Paula Correa y Víctor Muñoz, director del Dapre, afrontaron la situación ante los medios de comunicación y dijeron que Mayorquín ya no tenía su cargo en la Presidencia de la República.
A su vez, la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría General de la Nación ya iniciaron las respectivas investigaciones contra la pareja para hallar pruebas de las supuestas prácticas clientelistas y de tráfico de influencias y encontrar a más personas relacionadas en el proceso.
¿Cómo llegó la hoja de vida de Váquiro a todas las entidades?
De acuerdo con información que pudo adquirir el diario de El Tiempo, el entramado es más complejo de lo que se cree, pues en dos años logró suscribir 24 contratos por más de $1.245 millones y 22 por contratación directa.
Como se cree, desde el comienzo el tráfico de influencias fue muy importante para lograr entrar algunas entidades. El medio colombiano encontró que por lo menos en tres instituciones (Ministerio del Deporte, Superintendencia de Notariado y el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), el que gestionó todo fue Mayorquín. Al parecer insistió en varias ocasiones para que la hoja de vida de su esposa fuera incluida en los procesos, pero todos los entes coinciden en que el hombre nunca les habló del vínculo que mantienen.
En otras entidades señalan que encontraron el currículum de Váquiro en bancos de hojas de vida, por búsqueda en el sistema Sigep o porque ella se les presentó en el Congreso ante sus directivos, pero coinciden en que nunca habló de su relación con el exfuncionario del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República. Esta situación fue confirmada por Váquiro en una entrevista con el diario El Tiempo.
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