¿En Colombia existen grandes producciones animadas? Es una pregunta que frecuentemente se formula en diferentes escenarios y ahora más tras el estreno de la película ‘Encanto’ que, si bien fue inspirada en paisajes nacionales y acudió a sutiles pero contundentes referencias nacionales (como la escena donde Mirabel señala con la boca), fue una producción original de Disney, es decir, no fue 100% colombiana.
Lo cierto es que la respuesta a la pregunta anterior es: sí. En Colombia se han hecho producciones animadas, no con el presupuesto de las grandes plataformas, pero con mensajes contundentes y que reflejan diversas problemáticas históricas. De hecho, la industria animada en Colombia ha sido tan amplia, que los diversos productos lanzados desde inicios de siglo han acaparado varios escenarios, desde salas nacionales de cine hasta festivales internacionales.
Unos con mensajes punzantes sobre la realidad de las víctimas del conflicto y de los niños que quedan en medio de una guerra ajena, mientras que los otros con fines más académicos y hasta satíricos, cuestionando los mensajes transmitidos en los últimos 25 años en la televisión nacional.
La lista no es corta, pues las producciones animadas hechas en Colombia se cuentan por decenas; empero, en esta ocasión hacemos mención especial a cinco de ellas debido a su trascendencia, historia y reflexiones dejadas, por lo cual hacen recuperar la fe en la utilización de este recurso a nivel nacional.
1. El siguiente programa
Corría el año de 1997 y la televisión colombiana ya había tenido un antecedente donde se le hizo crítica a muchas telenovelas, emisiones de noticieros y programas de concurso transmitidos en la época: La Tele, cuya idea fue de Carlos Vives y que Martín de Francisco y Santiago Moure supieron materializar, a través de un humor tan ácido que incomodó a mucha gente, sobre todo del gremio. Dicha razón fue una de las principales por las que fue clausurado. Sin embargo, aquel formato volvió con una versión animada que continuó siendo punzante con muchos aspectos de la realidad nacional, desde la clase política hasta la intolerancia apoderada de muchos ciudadanos del común.
2. Pequeñas voces
Esta película de 2011 ha sido una de las más emblemáticas de la animación colombiana, pues su director, Jairo Eduardo Carrillo, utilizó este recurso para mostrar ante el mundo la crudeza del conflicto armado en Colombia y el papel de los niños en medio de la guerra.
Fue un hito en el cine local e internacional, pues fue merecedora del Gucci Tribeca Film Fund, Tribeca Film Institute, en Estados Unidos; el Jan Vrijman Fund del Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam; el Göteborg International Film Fund del Festival Internacional de Cine de Götebor, en Suecia; además de una mención especial en la edición número 13 del Festival de cine de Derechos Humanos de Buenos Aires en 2011.
3. Desterrada
Escenarios pocas veces vistos en el cine real, como el traslado de la crudeza de la guerra rural a las ciudades, o ver que el conflicto es más agudo en ciudades como Bogotá, son algunos argumentos que utiliza esta película, lanzada en marzo de 2014 y dirigida por Diego Guerra. Fue un rotundo éxito en el país, pues fue presentada en el FICCI de ese año; además fue vista en tres continentes distintos, mostrando que la animación al mejor estilo de las series de anime sí se puede realizar en Colombia.
4. Tundama<b> </b>
“A comienzos del siglo XVI un cacique valeroso enfrenta la devastadora llegada de los españoles a sus territorios, dos niños que buscan a su hermana raptada quedan en medio de este conflicto de culturas, que desencadena batallas en las que se descubren sentimientos y actos de valentía” es una parte de la sinopsis del largometraje realizado en animación 3D y con talento 100% colombiano.
De hecho, es tan importante esta película estrenada en 2021, que fue la primera realizada en el lenguaje muysccubun en su totalidad; todo un acierto teniendo en cuenta que aquella fue la lengua que hablaban los muiscas que habitaron el Altiplano Cundiboyacense y que fue declarada extinta en el siglo XVIII. En total, la producción de esta cinta -que fue proyectada en varias salas de cine del país- tardó seis años en materializarse.
5. El profesor Súper O
Estrenada en 2010, esta miniserie protagonizada por Charles Ocoró y Silveria Lucumí, narran las aventuras del profesor Súper O y la ‘Cevichica’ en su lucha por la justicia idiomática. A través de vehículos como el ‘Sancochóptero’ o el ‘Ostractor’, ambos héroes junto a otros colegas como Hamilson o la Moscabuela se volvieron referentes del idioma en el país, convirtiéndose en una interactiva herramienta para miles de niños en las escuelas.
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