Wendy no fue una amante más en la larga lista de mujeres (desde modelos, reinas de belleza y jóvenes vírgenes) que desfilaron por la cama del narco más famoso de la historia: 49 de ellas terminaron asesinadas. Esta mujer tuvo uno de los finales e historias más crueles que se haya conocido en la vida del capo. La relación de la modelo con el capomafia fue confirmada por Victoria Henao, la esposa de Pablo Escobar, y por Virginia Vallejo, la periodista que hechizó al narco durante una entrevista.
“Pablo no tuvo más amantes que esa pobre niña Wendy y yo, las otras eran prostitutas muy bonitas de una noche porque a Pablo, sobre todo cuando empezó a esconderse, le daba mucho miedo que sirvieran de señuelo a sus enemigos. Les pagaba bien y las despachaba. Nosotros teníamos otro tipo de relación o no hubiera durado cinco años a pesar de todas las separaciones. Yo lo dejaba y él me hacía regresar. Qué serenatas, qué súplicas cuando yo me iba con mi amigo el lord inglés y viajábamos por el mundo”.
En su libro “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar”, la viuda del criminal refiere en el capítulo “Las mujeres de Pablo”, parte de la triste historia de Wendy. “Lo que hizo Pablo fue una bestialidad”.
El aborto al que sometió Pablo Escobar a Wendy
Wendy Chavarriaga Gil cometió lo que para Escobar era un pecado imperdonable: quedar embarazada. Cuando la modelo se enteró de que esperaba un hijo del capo decidió escapar a Estados Unidos para seguir su vida en un territorio que sabía su amante jamás podría pisar.
“Lo único que Escobar les tenía prohibidísimo a sus amantes era que quedasen embarazadas y Wendy no cumplió. Ella quedó embarazada por plata, pero el patroncito no quiso saber nada y le mandó a dos ‘pelaos’ y al veterinario para que le sacaran el bebe” , confesó años después “Popeye”, el hombre más cercano a Escobar.
El día que se enteró de que la mujer estaba esperando unos de sus hijos, Escobar dio la orden a sus hombres, Yeison, la Yuca, Carlos Negro y Pasquín para que sujetaran a la modelo y le aplicaran un sedante. Cuando despertó, Pablo Escobar seguía a su lado. Él mismo le contaría que acababa de cometer un crimen. “Te lo saqué”, le dijo el narcotraficante, alrededor de Wendy había un veterinario y dos sicarios, quienes acababan de practicarle un aborto.
La noticia fue tan fuerte que la modelo Intentó tirarse por una ventana, pero los guardaespaldas de Escobar la sostuvieron a tiempo. Le acababan de sacar del vientre a su bebé de cinco meses.
Wendy juró que se iba a vengar de él y regresó a la vida de Escobar como la nueva novia de “Popeye”, quien años después la mató, a pesar del amor que decía tenerle, por orden de su patrón.
La historia de Wendy
Wendy tenía su propia fortuna y se convirtió en un verdadero desafío para el desgastado Escobar, quien nunca dejó de sentirse acomplejado por su 1,65 metro de altura y odiaba que le dijeran “enano”. Llevaba décadas acostumbrado a que “sus hombres” se encargaran de conseguirle mujeres.
El ritual era siempre el mismo: al llegar a un lugar, miraba a su alrededor y si encontraba una mujer de su agrado, mandaba a sus escoltas a que le compraran una botella de champagne o whisky. Lo hacía con la certeza de que la joven regresaría más tarde para agradecer el regalo. Incluso durante el cortejo de su mujer Victoria Henao, que comenzó cuando ella tenía sólo 13 años, Escobar se valió de la ayuda de Yolanda, una amiga en común que ofició de celestina y fue quien lo ayudó a sortear cada uno de los obstáculos que le ponían los Henao. Escobar era romántico y le regalaba flores, dulces y hasta el long play de Camilo Sesto.
Wendy fue, en efecto, la única mujer a la que tuvo que conquistar sin ayuda de nadie.
“Soy un campeón”, se jactó ante sus amigos el día que logró que la bella mujer aceptara empezar un affaire con él. Wendy vivía a sólo dos cuadras de la casa familiar de los Escobar. Tenía un lujoso departamento en los alrededores del Club Campestre de Medellín, ella no necesitaba el dinero de Escobar, se enamoró de él genuinamente.
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