Mujer en Cúcuta descubrió que para su EPS, está muerta

Yeny Corredor, cucuteña, acusó que aparece como fallecida en el sistema de afiliaciones de su Entidad Prestadora de Salud, Nueva EPS, y en consecuencia no tiene sistema de seguridad social que le brinde atención por una enfermedad renal y en el hígado, que padece desde hace años.

Se encuentra ubicada en una humilde vivienda en la capital de Norte de Santander. Asegura que requiere un tratamiento especializado y cirugías, que ha vivido un calvario explicando a su EPS que no está muerta y que necesita que le vuelvan a afiliar urgentemente, pues su salud está empeorando a diario.

Rocío Corredor, su hija, relató al medio televisivo que el estado físico de su progenitora ha sido empeorando, tanto que unos días le llevaron de urgencias a una clínica porque se desmayó y se sentía muy mal.

La familia cucuteña asegura tener los documentos para demostrar que Corredor no está muerta. Exigen el trámite para su reafiliación, pues su vida está en peligro.

Al verificarse en el sistema digital de la Nueva EPS, aparece este aviso sobre la paciente Yeny: " Identificamos que tras la novedad entregada a la Registraduría Nacional del Estado Cívil en el que confirmaba el fallecimiento de la usuaria el día 31 de marzo de 2011, la compañía procede a realizar el retiro del paciente del sistema de información”.

Después de la denuncia pública que hizo Yeny en los medios de comunicación, la Nueva EPS, le notificó que se presente en una de sus oficinas para realizar la nueva afiliación, pero se encuentra hospitalizada y no puede desplazarse para realizar este trámite.

No es el primer caso como este, otro similar se presentó en septiembre de 2021 en la ciudad de Cali, capital del Valle del Cauca, Belmer Ríos, de 64 años se sintió enfermo y decidió pedir una cita con su EPS Sura. En ese momento se dio cuenta de que llevaba cuatro meses como “fallecido”, desde el 21 de mayo.

A Sura le habría llegado un reporte de un certificado de defunción con el número de cédula del señor Belmer, por lo cual su servicio de salud se encontraba suspendido. Esta situación obligó a recurrir a medicina particular para solucionar su problema de salud, que para ese entonces era urgente, pero posteriormente se inició con su familia la investigación de qué había pasado y porqué él aparecía como si estuviera muerto.

Cuando se dirigieron a la Registraduría les informaron que el certificado había sido expedido por la notaría 11, tuvieron que exigir que se revisaran los documentos para comprobar que su esposo estaba vivo y no correspondía al certificado de defunción que ellos habían expedido.