Petro promete diálogos con el ELN, las disidencias y el “desmantelamiento pacífico del narcotráfico”

El precandidato presidencial aseguró que lograr los dos objetivos será un reto ambicioso si llega a ser elegido como presidente de los colombianos

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BOGOTÁ. 21 de septiembre de 2021. Conversatorio Precandidatos presidenciales sobre política de drogas organizado por la Universidad de los Andes. En la foto: Gustavo Petro, Precandidato Presidencial, Pacto Histórico. (Colprensa - Álvaro Tavera)
BOGOTÁ. 21 de septiembre de 2021. Conversatorio Precandidatos presidenciales sobre política de drogas organizado por la Universidad de los Andes. En la foto: Gustavo Petro, Precandidato Presidencial, Pacto Histórico. (Colprensa - Álvaro Tavera)

En su visita a España el precandidato presidencial y senador Gustavo Petro habló con el periódico digital Público.es sobre varias promesas de campaña que desde ya está haciendo para ganar adeptos y lograr quedarse con la Presidencia de Colombia.

Allí, el líder de la Colombia Humana aseguró que tendrá un reto ambicioso si es presidente, que será conseguir la paz del país retomando los diálogos de paz con la guerrilla del ELN y buscando lo que denominó un “desmantelamiento pacífico del narcotráfico”.

Proponemos un desarme para lo que queda de la vieja insurgencia, un diálogo político rápido, y ahí incluyo al ELN y a las disidencias de las Farc, que se forjaron porque Duque saboteó el acuerdo de paz, y ese acuerdo debe cumplirse”, señaló Petro.

Aseguró en la entrevista que el ELN puede dejar las armas en el corto plazo en medio de un proceso de “profundización democrática”, pero que con las agrupaciones más ligadas al narcotráfico todo será complejo porque ahí no se habla de un diálogo político sino de un diálogo judicial.

“Quiero plantear una opción: el desmantelamiento pacífico del narcotráfico, pero no soy ingenuo, sé de lo que estamos hablando, es un negocio que mueve miles de millones de dólares, y hoy se quedan más en México que en Colombia porque los carteles mexicanos dominan más el escenario”, advirtió el político.

Argumentó que a Colombia entran unos 15.000 millones de dólares y que la cocaína es el mayor producto de exportación dada la caída del precio del petróleo.

Esto es lo que deja el uribismo en Colombia después de 20 años. La base por la cual el narcotráfico se mantiene y crece es porque tiene poder político, y eso es control sobre la población, sobre tres grandes masas: campesinos-productores de hoja de coca, consumidores en general urbanos, del mundo y de Colombia, y la economía popular que no tiene crédito, también muy urbana, y acude al crédito usurero que la mafia entrega para lavar dólares”, sostuvo el senador.

En conversación con el medio español, reveló que si la población tiene crédito legal se le quita ese poder a la mafia y que de eso habló con banqueros españoles muy poderosos que operan en Colombia, eso sí, sin revelar nombres.

“El objetivo es democratizar el crédito, regular el consumo de estupefacientes (...) y la reforma agraria para que el campesino tenga opciones distintas al cultivo de coca. Así le quitamos poder al narcotráfico y se puede abrir una vía de desmantelamiento pacífico a través de un sometimiento colectivo a la justicia. No digo que inmediatamente pero se podrían iniciar los procesos”, aseguró el precandidato presidencial.

Sobre la paz, señaló que es un anhelo que tiene el país y que, “no hay mujer que no quiera vivir en paz, que no quiera que sus hijos no sean materia prima de una guerra, que sus amores acaben muertos en una esquina. Si sumamos todos los casos, eso implica una sociedad que está preparada para la paz”.

En esa misma entrevista también hizo fuertes críticas al gobierno de Iván Duque por su actuar durante el estallido social de 2021. “Ha sido la crisis y el mal gobierno de (Iván) Duque lo que ha hundido completamente algo que era antes valorado: el proyecto uribista”, afirmó.

Según Petro la élite política y económica de Colombia se equivocó, cuando aumentaba el hambre, el gobierno propuso una reforma tributaria que elevaba el impuesto a la comida y estalló la movilización social “que terminó siendo confrontada con asesinatos por el aparato público armado. En vez de proceder a un diálogo, el gobierno de Duque mató a los jóvenes”.

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