Tres familias se conocieron en el servicio de urgencias de la Clínica Méderi y descubrieron que llegaron a ese lugar por el mismo motivo: en la noche del martes 11 de enero, sus familiares tropezaron con el mismo hueco, ubicado en el costado oriental del puente peatonal que atraviesa la NQS a la altura de la calle 26. El mismo puente también sirve como entrada a la estación de TransMilenio del CAD.
Una de las mujeres sufrió una fractura en su pierna al quedar atrapada en el hueco. Otra corrió con peor suerte: cayó al vacío a una distancia de tres metros y quedó inconsciente.
Uno de los familiares de las mujeres heridas, Alexander Rodríguez, alcanzó a grabar el momento en el que su familiar recibía primeros auxilios y era retirada del lugar. En medio de la rabia del ciudadano y los gritos de la persona herida, envió este mensaje:
Señora alcaldesa: se le agradece mucho si arregla estos puentes. Procederemos a demandar al Distrito, mire. ¡Ahí tiene! [...] Una señora de la tercera edad quedó ahí atrapada. Gracias a los señores de la ambulancia que la sacaron.
El video fue ampliamente difundido en las redes sociales, al punto de llamar la atención del periódico El Tiempo. Cuando los reporteros de ese medio llegaron al puente del CAD, a la mañana siguiente de los hechos, se encontraron con una plancha de madera y un agente de policía auxiliando a las personas que necesitaban atravesar el hueco.
De forma poco biosegura, el agente debía dar la mano a todas y cada una de las personas que no pudieran cruzar el hueco con una sola zancada.
Tras la presión de la prensa y de los usuarios de redes sociales, algunos de los cuales se dedican de forma específica a denunciar la presencia de estos huecos en los puentes de Bogotá, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) hizo presencia en el puente del CAD y repuso las láminas que hacían falta.
Así lo informó el director de esa entidad, Diego Sánchez Fonseca, a través de su cuenta de Twitter:
En la tarde de hoy el equipo del @idubogota instaló las láminas que habían sido robadas por vándalos que se han dedicado a robar estos elementos de los puentes peatonales de la Troncal NQS @TransMilenio. En próximos días probaremos un material distinto para reducir los robos
Hueco fiscal
Un hueco similar había sido reparado en el mismo puente en julio pasado tras un reporte de Mauricio Castañeda, conocido en las redes sociales como Mao sobre ruedas. Como su nombre lo indica, Castañeda es un usuario de silla de ruedas que se dedica a denunciar las fallas de accesibilidad en el espacio público bogotano.
Entre esas fallas, él denuncia con frecuencia los robos de láminas en los puentes. Al igual que las personas con zancada corta o baja visión, este usuario queda prácticamente imposibilitado para cruzar un puente cuando se encuentra con estos huecos.
Cuando hizo la denuncia sobre el puente del CAD, acompañó la fotografía con este mensaje:
Me arriesgo y me puedo matar. No me arriesgo y pierdo la cita médica.
El IDU respondió a su queja algunos días después y las láminas fueron repuestas de donde fueron hurtadas. Sin embargo, otro hueco apareció en ese puente y causó los tres accidentes mencionados arriba.
Resulta que el problema de los huecos no solo es físico, sino fiscal. Los puentes son metálicos y las láminas tienden a oxidarse en una ciudad de lluvias copiosas. A eso se suma el deterioro normal por el constante flujo de personas.
Sin embargo, la situación que causa los huecos más profundos y peligrosos es el robo de láminas. Al ser de metal, personas inescrupulosas las retiran para revenderlas en el mercado negro, donde son valiosas por su peso y solidez.
Cada lámina cubre un metro cuadrado de puente y su reposición le cuesta al distrito 627.000 pesos colombianos. De acuerdo con el IDU, en 2021 tuvieron que ser intervenidos 30 puentes por cuenta de las láminas faltantes.
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