De prostíbulo a escenario artístico: así está funcionando el famoso club nocturno El Castillo

El Castillo de las Artes, así se conoce actualmente al que fue uno de los prostíbulos más famosos de Bogotá. Tras su cierre, la Administración Distrital lo convirtió en el primer laboratorio artístico enfocado a la atención de niñas y niños migrantes, entre los 0 y 5 años. Así funciona.

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De prostíbulo a escenario artístico:
De prostíbulo a escenario artístico: así está funcionando el famoso club nocturno El Castillo - Foto: Google Maps.

El Castillo era una de las referencias más grandes de fiesta nocturna y de shows sexuales que tenía el barrio Santa Fe en la capital colombiana. El 15 de enero de 2017, miembros del CTI ocuparon este espacio con fines de extinción de dominio a 35 bienes de los narcotraficantes José Ricardo Pedraza Diaz y Carlos Manuel Medina Acosta, entre esos el prostíbulo. El operativo se ordenó luego de que fiscales de la Dirección de Extinción de Dominio confirmaran que Pedraza, vinculado a redes mafiosas, tenía el control de este lugar.

Desde entonces el edificio permaneció abandonado y se buscaba crear en él un espacio en donde se pudiera ayudar a los menores que viven alrededor y ofrecerles actividades en los que pudieran aprender y tener un refugio para no pasar largas jornadas en las calles de la ciudad.

Tras un año de gestión y en articulación con la comunidad del barrio Santa Fe, El Castillo de las Artes ha beneficiado a más de 10.000 niños, niñas, jóvenes y adultos, ha realizado cerca de 300 actividades enfocadas en la formación (63%), circulación (19%), apropiación (6%), participación (5%), creación (4%), entre otras (3%), e invertido $1.948.070.451 en la restauración y adecuación de este proyecto de innovación social y económico desde las artes.

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De prostíbulo a escenario artístico, así está funcionando el famoso club nocturno El Castillo Foto: Idartes

Al finalizar su proceso de adecuación y dotación, estará dividido en 4 espacios. El Gran Salón - El Atelier, un lugar en el cual la interacción artística de los niños y las niñas se dará a través de distintos materiales y materias; el Lactario o Madriguera, dirigido especialmente a niñas y niños entre los 0 y 2 años, que estará dotado con dos sillas de lactancia, una nevera, libros de tela y contará el acompañamiento de la Secretaría de Integración Social. La Torre del Homenaje, una sala expositiva de las memorias de la infancia de los niños que asistan a este laboratorio. En este lugar se alojarán algunos objetos significativos para los niños y sus voces enmarcadas en sus textos, sus palabras y sus historias; y una sala de juego y literatura, dotada de nichos para leer, jugar y esconderse.

“Con esto hemos impactado a más de 3000 personas en las actividades y acciones formativas al interior y fuera de El Castillo, enfocadas específicamente al beneficio de las comunidades y poblaciones vulnerables priorizadas por la administración que habitan este territorio: niños, niñas y jóvenes, adultos mayores, habitantes de calle, migrantes, mujeres y población LGBTI, entre otros”, asegura Margarita Díaz, directora de la FUGA.

Para 2023, Bogotá tendrá 23 laboratorios artísticos como estos, que buscan ofrecer a las niñas y los niños un lugar para que sus voces sean escuchadas y reconocidas. Lugares que les permiten desarrollarse y generar interacciones y relaciones abiertas, espontáneas y sustentadas en el cuidado. “En el momento en el que nació la idea, el IDIPRON pidió a la Asociación de Activos Especiales - SAE, a nombre de la Administración Distrital de la alcaldesa Claudia López, la parte física de El Castillo de las Artes. A partir de ahí se desarrolló una metodología de trabajo desde el Distrito donde convergen todas las entidades”, confirmó Margarita Díaz.

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