Factores como la devaluación del peso, que a comparación de 2020 equivale a un 16% por el aumento del precio del dólar, una inflación del 5.6 % -la más alta de los últimos cinco años- y el alza de precios en muchos productos de la canasta familiar y servicios como el transporte y la educación, se avizora un incierto panorama económico en el país; de manera que ahorrar e invertir se convierte en un desafío, pero también se contempla como una necesidad.
Es por ello que analistas financieros coinciden en que se debe revisar la baraja de opciones para que los colombianos puedan invertir, sobre todo aquellos que ganan un salario mínimo y tengan una carga mínima de obligaciones que requieran gastos mayores. Incluso, firmas como Finastopi, que se encargan de brindar educación financiera, contemplan una baraja de alternativas tanto para ahorro como para inversión.
Y es que la preocupación principal para Marcelo Granada, CEO de esta academia de finanzas, no es precisamente el aumento del salario mínimo, sino el hecho de que no hay un incremento real en el pago de aquellos trabajadores que ganan dos y hasta más salarios.
“No les suben el incremento -del 10,07%- sino que les suben unos punticos supuestamente sobre el costo de vida, reflejados en 2 o 5 puntos, haciendo que haya una carga impositiva con relación a los servicios”, advierte Granada, quien de igual manera señala que invertir en dólares, apostarle al agro nacional, los ETF, las criptomonedas y la compra de acciones se convierten en las cinco principales opciones para que los colombianos rentabilicen su dinero durante este 2022.
Dada la TRM actual -cotizada en 3.963 pesos colombianos-, podría sonar arriesgado no solo invertir, sino ahorrar también en dólares; sin embargo, esta se convierte en una alternativa viable si se ahorra “desde unas pequeñas moneditas que se pueden echar en una alcancía, hasta una gran cuenta de inversión dependiendo del salario”, como lo señala Granada. Incluso, recomienda comprar desde uno a cinco dólares no solo en físico, sino que también se deben tener en cuenta las plataformas digitales.
“Esto genera dos cosas importantes: la primera es que, ese dinero, que es nuestro y lo tenemos bajo nuestro control, no se vuelve de acceso y gasto inmediato; por el contrario, si tenemos un gasto importante, pasamos esa cifra a pesos y gastarlo inmediatamente”, explica Granada; entretanto que el segundo elemento a tener en cuenta es que ese monto no va a perder poder adquisitivo a comparación del peso colombiano. Esta operación la pueden hacer, incluso, aquellas personas que ganan desde un salario mínimo.
“El problema no es la cantidad de dinero que se gane la persona, sino sus obligaciones; obviamente, los ahorros tienen que salir de un excedente de liquidez y ese excedente es muy difícil de tener cuando se tienen más gastos; es decir, a un estudiante que se gane un salario mínimo podría sobrarle un poco más de dinero que a una madre cabeza de familia con el mismo ingreso”, añadiendo que solamente con ahorrar desde uno o dos dólares mensualmente, ya se considera importante.
Pero así como también existe un leve temor a invertir y almacenar dólares, con las criptomonedas ocurre un caso similar; de hecho, y pese a los avances realizados por dar a conocer esta opción de cambio, aún hay personas reacias a invertir en bitcoin, por ejemplo, o en monedas similares. Y si bien el CEO de Finastopi admite que es arriesgado debido a su volatilidad, indica que las opciones de ganancia son superiores.
“Entre más arriesgado sea el mercado, más oportunidades de ganancia hay. Si uno está montado en el dólar sabe que va seguro, pero si uno está invirtiendo en criptomonedas se sube a una montaña rusa” y agrega que la clave está en educar adecuadamente a las personas para que se inclinen por esta opción, con el fin de que no solo se conozcan los riesgos, sino también sus ventajas a largo plazo.
Finalmente, el análisis hecho por la academia financiera resalta que adquirir y acompañar un proceso de siembra se convierte en una excelente fuente de ingresos a futuro, así como también lo es comprar acciones en empresas que proporcionen bienes y servicios. De hecho, esta operación no requiere grandes capitales, por lo cual representa una alta viabilidad incluso en quienes no tienen grandes salarios.
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