Las elecciones para Cámara y Senado del 2022 cada vez están más cerca. Tres meses antes de la contienda, el pasado 13 de diciembre de 2021 los partidos y movimientos avalados entregaron sus listas y con estas, mostraron una de las cartas más importantes para poder posicionarse en las votaciones. Algunos le apostaron a nombres nuevos con cierto reconocimiento y otro decidieron continuar con sus nombres de siempre.
Las listas como se sabe deben tener cabezas de personas que tengan relevancia en su movimiento o dentro de la opinión pública, pues el número 1 de la lista es la cara más visible y por tanto el que podría asegurar que los colectivos tengan la posibilidad de tener unos cuantos puestos en el recinto durante cuatro años.
En este sentido, los movimientos y partidos este año le apostaron a caras amigables para la sociedad, por ejemplo, el partido de la U puso para senado puso a Catherine Ibargüen, que pese a que no tiene recorrido alguno en la política ha sobresalido por su carrera deportiva como una de las mejores del país, igual que el Nuevo Liberalismo, que puso en este lugar a Mabel Lara, que pese a su carrera y múltiples opiniones, no había mostrado cercanía a puestos públicos o partidos, pero para muchos resulta ser una de las periodistas más reconocidas de Colombia.
Estas dos mujeres tienen algo en común; y es que a diferencia de los políticos tradicionales tienen una imagen favorable ante la opinión pública y mostrarían una posible renovación a las continuidades de muchos personajes como Efraín Cepeda, cabeza de lista del Partido Conservador y quien lleva siete periodos consecutivos en el Congreso.
Además, del primer lugar de la lista existen otros números que han sido peleados al interior de los colectivos en los movimientos de listas abiertas, pues también son de gran acogida e impacto en la sociedad, entre eso se encuentra: el 10 y el 100. La razón, es que son de fácil recordación y al ser números consecutivos se posicionan mejor.
El ejemplo de que estos números también son de los más representativos está en el Centro Democrático, pues el 10 fue asignado a Paloma Valencia y el 100 a María Fernanda Cabal, dos de las grandes caras del partido y que acumulan una cantidad de votantes significativos. Además, hay que recordar que en el caso de Cabal, el número fue asignado luego de llevar acabo una larga disputa con Miguel Uribe Turbay por el primer lugar y no ganarla por decisión del mismo Álvaro Uribe Vélez.
Otro caso del numero 10 es, Angélica Lozano, por la lista del Partido Verde que en esta ocasión se sumó a la de la Coalición de la Esperanza; y pese a todos los pronósticos y divisiones al interior de los verdes seguirá ocupando el mismo número, al ser una de las más votadas. Al igual que Isabel Cristina Zuleta, ambientalista y gran impulsadora del petrismo en la lista de Pacto Histórico, recordada por las peleas que ha sostenido con otros integrantes de su movimiento.
Y en el número 100 se ven personajes como Camilo Trujillo, hijo del fallecido exministro Carlos Holmes Trujillo por el Partido Cambio Radical que consigo trae el acumulado que dejó su padre y para el partido representa continuidad de sus política en un rostro nuevo. Otro político fuerte en esta posición es Mauricio Gómez Amín, quien después de ser cabeza de la lista del Partido Liberal en 2018, pasó a la cola buscando mantener su recordación en el electorado.
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